Después del niño muerto

OPINIÓN 25/07/2014 05:00 Actualizada 05:00

En respuesta a lo escrito aquí la entrega pasada, el procurador general de Justicia de Puebla, Víctor Carrancá Bourget aseguró a este reportero que la muerte del joven de 13 años, José Luis Tehuatlie Tamayo, en el enfrentamiento del 9 de julio pasado que siguió al bloqueo de la autopista Atlixco-Puebla por parte de pobladores de San Bernardino Chalchihuapan, es responsabilidad de grupos violentos posiblemente contratados y utilizados con una intención de desestabilización política.

Al explicar su versión de los hechos, producto de peritajes e indagatorias de la dependencia a su cargo, Carrancá enfatiza en que no todos, ni siquiera la mayoría de los que protestaban aquel día, lo hicieron de manera violenta y mal intencionada; y asegura tener identificados a jóvenes encapuchados que, con piedras y cohetones, repelieron al contingente de la policía estatal que avanzaba para romper el bloqueo de la autopista.

Uno de esos cohetones, arrojados con lanzaderas hacia blancos específicos de acuerdo con esta versión de los hechos, habría sido el que provocó, con el estallido y su onda expansiva, el desprendimiento de una parte del cráneo del joven Tehuatlie Tamayo, herida que al cabo de unos días le provocó la muerte.

Esa versión, agrega Carrancá, fue corroborada por el médico que atendió al joven herido. Ese médico declara que la mamá de Tehuatlie Tamayo le informó que fue un cohetón el que había herido a su hijo. La mamá, al declarar, dio otra versión de los hechos.

En todo caso, es el peritaje médico el que lleva al procurador poblano a asegurar que no se trata de una herida provocada por una bala de goma, lo que respalda con un comunicado oficial en el que la Secretaría de la Defensa (única autorizada para la distribución de esas llamadas herramientas disuasivas), confirma no haberlas entregado a los cuerpos policiacos poblanos, los que, además, no incluyen en sus protocolos de operación su uso.

Se le preguntó por otro de los manifestantes heridos que un video muestra con una perforación de forma cilíndrica en el lado derecho del rostro, entre los maxilares, y responde que esa persona fue identificada e interrogada, sin que quisiera levantar una denuncia de hecho, aunque infiere que por la forma de la lesión, ésta pudo haber sido producida por una de las varias granadas de gas lacrimógenos que los policías lanzaron para contener la lluvia de piedras y cohetones que les cayó en ese enfrentamiento que dejó a 46 uniformados heridos, al igual que a otros tantos civiles.

Otro dato relevante que hizo saber a este reportero el procurador Carrancá, al que llegó después de la revisión de videos y reconstrucción de hechos, es que el joven muerto no venía de la escuela, como aseguran versiones de los manifestantes, sino que participaba en la protesta y estaba ubicado justo enfrente de los grupos violentos a los que el funcionario poblano atribuye su muerte. Que haya participado o no en la protesta, por cierto, no lo convierte en infractor ni justifica su muerte.

Ahí está pues la réplica solicitada con una explicación que, sin duda, tiene elementos verosímiles. Falta ahora, en términos estrictamente procesales, que se informe quién o quiénes son esos grupos violentos, y clarificar quién o quiénes —como lo sugirió el procurador— les ordenó actuar de esa manera con fines desestabilizadores.

Lo que es un hecho es que estos lamentables acontecimientos se cruzan con la polémica desatada por la ahora cuestionada Ley Bala y el debate de hasta dónde debe llegar el uso legítimo de la fuerza, incluso con armas de fuego, sin que eso limite el derecho a la protesta social, pero tampoco sea un pretexto para cobrar o poner en riesgo la vida de cualquier ciudadano, incluidos los policías, lo que por cierto está perfectamente delimitado por el Código Penal.

¿Para qué entonces las leyes Bala, señor gobernador Moreno Valle?

Instantáneas

1. CERCO. La Cámara de Diputados amaneció ayer con un cerco policiaco que, según se sabe, se intensificará en el transcurso de los próximos días. Fue solicitado por el presidente de ese cuerpo legislativo, José González Morfín de cara al periodo extraordinario de sesiones que iniciará el próximo lunes para debatir y en su caso avalar las leyes energéticas. “El miedo no anda en burro”, comentó el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.

2. QUIEBRA. El Banco Bicentenario es el primero que quiebra en México en 20 años. El miércoles pasado le fue retirado el permiso de operación debido a que no cumplió con sus mínimos de capitalización. ¿Será un hecho aislado? El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, dice que sí, que ninguna otra institución bancaria del país está en esa condición.

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