Ciencia y tecnología tras la noticia

OPINIÓN 25/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

Noticias que recorren e impactan el mundo, como el extravío de una aeronave malasia; o nuestra ciudad, como el cierre de más de la mitad de las estaciones de la Línea 12 del tren metropolitano pueden (y deberían) ser abordadas y difundidas con una perspectiva científica y tecnológica, antes que recurrir al sensacionalismo, la rumorología o la "declaracionitis".

Si uno mira un puesto de periódicos en la calle, lo primero que salta a la vista son declaraciones, no hechos o resultados (excepto en deportes y policía). La casi total ausencia de datos pasa desapercibida porque tampoco, del lado de la demanda y el consumo de noticias, estamos acostumbrados al rendimiento de cuentas.

Así, mientras en el caso del avión malasio se llegó a hablar de "abducción" (concepto que ningún experto serio en aeronáutica habría empleado jamás), en el caso de la Línea Dorada del Metro, durante su inauguración hubo muy poca información basada en ciencia o en ingenierías que explicara de una manera accesible cómo iba a funcionar y por qué se proyectaba esa obra como la más importante de inicios de siglo para la Ciudad de México. El periodismo de ciencia estaba ahí, con su amplio abanico de fuentes de información basada en conocimiento, a la espera de ser utilizado, como finalmente ocurrió.

El nivel cultural de una sociedad se define también a partir de la forma como se organiza para conocer su entorno, crear sus procesos de comunicación e información y utilizarlos para difundir los conocimientos y tomar decisiones basadas en los datos que de esas prácticas obtiene. La información es poder, solía afirmar en el siglo XVI, el filósofo natural Francis Bacon, pero esto sucede si se cumple la siguiente regla: cuanto mayor base científica tiene la información de la que se nutre una sociedad, mejor será su toma de decisiones; entonces se empodera y puede exigir cuentas claras.

El valor de las noticias basadas en evidencia científica más que en declaraciones, es algo que aprendimos los periodistas participantes en el taller Ciencia, tecnología e innovación; nuevas oportunidades para la colaboración internacional, que se efectuó la semana pasada en San Diego, California, con apoyo del Instituto de las Américas, la Secretaría de CTI del Gobierno del Distrito Federal, el CONACYT y la Academia Mexicana de Ciencias, integrante de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC (FCCyT).

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