Vaya semana para México, inició con fatal balacera en Playa del Carmen, Quintana Roo, después el puerto de Cancún se vio en estado de sitio al registrarse tiroteos en la Fiscalía de Justicia de la entidad gobernada por Carlos Joaquín. ¿Este par de eventos lamentables hubieran ocurrido si el ex gobernador Roberto Borge estuviera siendo investigado por la autoridad federal? Difícil saberlo.

Vinieron nuevas acusaciones contra Javier Duarte y Fidel Herrera por utilizar medicamentos falsos a niños con cáncer y a pacientes con VIH. Las revelaciones del gobierno de Veracruz calaron hondo en la sociedad mexicana. Sí, por la gravedad de la noticia, pero también por la impunidad de Duarte; hasta la fecha se desconoce su paradero, al tiempo que en los altos círculos políticos comienza a tomar fuerza la idea de que Duarte no aparecerá nunca. Que será, de alguna manera, el “Muñoz Rocha” del actual régimen.

Después nos desayunamos la amarga noticia del tiroteo ocasionado por un estudiante en el Colegio Americano del Noreste de Monterrey, Nuevo León. Lamentables eventos que se han visto con mayor frecuencia en escuelas de los Estados Unidos, pero no se habían registrado en escuelas de nuestro país. Ya los expertos en las ciencias sociales compartirán sus interpretaciones al respecto, pero más que una descomposición social regia, pareciera una mala influencia de la sociedad estadounidense, demasiada cercanía con el estilo americano de vida que en más de una vez le ha demostrado al mundo estar lejos de lo que se conoce como “sueño”.

El hecho que enlutó a familias en Monterrey trajo el debate respecto a la revisión de mochilas de los alumnos; pero el problema real es el fácil acceso que tienen nuestros niños a las armas y a contenidos violentos, como las ‘narconovelas’ en la televisión abierta, en horarios familiares, videojuegos y en internet, herramienta que se ha confundido con la nueva nana de los infantes con resultados conocidos.

Y finalmente, ayer fue encontrada una ‘narcofosa’ con más de 70 cuerpos de personas en el municipio de García, en el estado de Nuevo León. Al parecer, el lugar era un centro de ejecución de la organización criminal conocida como ‘Los Zetas’. La gravedad de la tragedia del día nos hace perder la dimensión de los hechos en su conjunto, porque para muchas familias su principal preocupación es terminar el día o llegar sanos a casa. El caos nacional nos afecta a todos en mayor o menor medida, dependiendo de la trayectoria de ese huracán de desgracias. Sin saber a ciencia cierta si ya hemos tocado fondo.

Periscopio. Ayer domingo, Fidel Herrera Beltrán renunció como cónsul de México en la ciudad de Barcelona. El nombramiento del ex gobernador de Veracruz había sido incómodo desde su anuncio por el gobierno de Enrique Peña. Ahora, al igual que Javier Duarte, Fidel Herrera se separa del cargo público para enfrentar las falsas acusaciones, dice, por parte del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares con respecto a la presunta administración de medicamentos apócrifos a niños con cáncer en hospitales públicos de Veracruz. Esperemos que Fidel Herrera no aproveche su renuncia como una ‘cortina de humo’ que le permita escapar, al igual que lo hiciera su pupilo Javier Duarte. 

En el radar. Fin de semana de marchas: el sábado fue en las ciudades más importantes de los Estados Unidos; la marcha de las mujeres, protesta en pro de los derechos civiles y reproductivos de la mujer y en contra de la misoginia de Donald Trump y sus dogmas antiinmigrantes, quien asumió de manera formal la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero. Y ayer domingo, en más de 15 ciudades del país, incluyendo la Ciudad de México y Guadalajara, miles de personas salieron a la calle para protestar contra el incremento en cascada de precios que llegaron con el ‘gasolinazo’. La protesta popular es uno de los puntos de coincidencia entre los mandatos de Peña y Trump que bien valdría la pena tratar en la próxima reunión bilateral entre ambos mandatarios a celebrarse el 31 de enero. 

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