El Tata

OPINIÓN 21/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

Pasadas las elecciones del 2 de julio de 2006, en medio de las primeras reacciones contra el fraude electoral de aquel entonces, llegó a mi oficina un actor a manifestar su solidaridad, a ponerse a las órdenes para las acciones que hubiera que realizar contra ese agravio. “¿Quién es?”, pregunté yo.

Mi secretaria y algún colaborador me dijeron: “Es El Tata”. Volví a preguntar: “¿Y quién es El Tata?”, exhibiendo mi ausencia de conocimiento televisivo. Me explicaron que era un actor de televisión que durante años pasados salió gritando en la pantalla: “¡Quiero mi cocoool!”, y que en esos días parodiaba al vocero del Presidente, quien cada mañana tenía que aclarar lo que éste había querido decir el día anterior. Entonces dije: “¡Ah sí, ya sé quién es!”.

Lo hice pasar y me expuso una serie de ideas para la resistencia civil contra el fraude electoral. Me decía: “Podemos imitar a los vendedores de tamales oaxaqueños con un mensaje que diga: ‘Tamaleees foxaqueñooos, tamaleees fraudulentooos, lleve sus tamales fraudulentooos... ¡Lleve sus ricos y deliciosos tamales foxaqueñooos!”.

Me pareció una idea un tanto extravagante, pero en un par de días él ya estaba ahí con el disco, se había encargado de grabarlo con su propia voz. Nos dimos a la tarea de reproducirlo por cientos y cientos. Poco después empecé a escuchar dicha grabación en diversos lugares, actos, mítines, asambleas y a lo largo y ancho del plantón en Reforma.

Jorge Arvizu El Tata se incorporó al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador en defensa del voto y la voluntad popular contra el fraude electoral de 2006, y continuó en él hasta el último de sus días. Lo vimos en cada templete de los 45 días del plantón en Reforma, durante las movilizaciones de resistencia en 2007, en las luchas en defensa del petróleo en el 2008, en las campañas del 2009, de nuevo en las movilizaciones del 2010, en la campaña del 2012, y aún enfrentando sus padecimientos de salud, en el cerco al Senado en el 2013.

El Tata Arvizu tuvo el talento para defender su propia postura política aun siendo un personaje de la televisión. En la memoria quedan sus voces grabadas en cientos y cientos de caricaturas, sus imágenes en las series televisivas de las que formó parte, en su presencia en las más recientes e importantes batallas políticas de México. Con la formación de Morena pasó a formar parte de su Consejo Consultivo. Descanse en paz nuestro amigo y compañero.

Comentarios