Imposible no recordar la frase del presiente nacional del PAN al terminar la emisión del programa de debates de Televisa “Si me dicen no vengo” conducido por Joaquín López Dóriga: “Creo que todos salimos razonablemente bien librados”.

En dicha emisión, finales de septiembre, Anaya, con el senador perredista Armando Ríos como comparsa, debatió respecto a la visita de Donald Trump a México con Luis Videgaray, entonces secretario de Hacienda, y Enrique Ochoa Reza, presidente nacional de lo que queda del PRI.

Ahora, como si fuera un toma y daca, la PGR busca por delitos que tienen que ver con su desempeño como gobernadores a Javier Duarte de Ochoa y Guillermo Padrés, ex gobernadores de Veracruz y Sonora, respectivamente. La sociedad mexicana no es tan ingenua para creer que el gobierno mexicano está haciendo todos sus esfuerzos para dar con este par de presuntas ‘ratas’. A lo lejos se nota que es uno de esos acuerdos de las cúpulas de ambos partidos políticos para quitarle un poco de presión a eso que el presidente Peña llamó “malestar social”. 

Anaya, que se vendió como un joven político sin los vicios y mañas conocidas que persisten en los partidos políticos, en muy poco tiempo ha demostrado que está hecho de la misma madera que los de su clase, al ‘hacerse de la vista gorda’ desde hace tiempo de la corrupción del gobierno panista en Sonora y en otro caso mucho más cercano, geográficamente, al CEN panista. La administración corrupta de Jorge Romero, en Benito Juárez, quien hoy ostenta el cargo de diputado en la ALDF. 

Si el PRI y el PAN buscan ‘lavarse un poco la cara’ por la corrupción que aqueja al país, necesitan no sólo buscar salir ‘razonablemente bien librados’ con las cabezas de Duarte y Padrés. Necesitan dar golpes de mayor contundencia. Nombres sobran.

Periscopio. Ayer, Margarita Zavala tuvo una intervención quirúrgica en un ojo por desprendimiento de retina. La ex primera dama tuvo que cancelar una visita a Puebla de último momento. Distintos personajes de la clase política y simpatizantes panistas desearon su pronta recuperación. Esta fue la tercera operación debido al mismo padecimiento, a la que se somete Margarita. La ocasión anterior fue en junio de 2012, justo en la recta final del proceso electoral presidencial. Luego de dos semanas de reposo tuvo una recaída y fue intervenida nuevamente los últimos días del mes. Ojalá esta vez, todo salga bien. 

En el radar. Sin hacer tanto ruido, Adrián González, cuarto bat de los Dodgers de Los Ángeles, se negó a hospedarse en un hotel de la ciudad de Chicago el pasado fin de semana. ¿La razón? El dueño era Donald Trump. Con ese pequeño gesto, González manifestó su rechazo al candidato republicano, que repercutirá en la comunidad de mexicanos en los Estados Unidos cuando acudan a las urnas el próximo 8 de noviembre. 

Bitácora de lo absurdo. Demasiado caro costó al gobierno mexicano la cuota de Andrés Roemer como diplomático de ocasión. Además de la ineptitud mostrada como cónsul de México en San Francisco, ahora como embajador de México ante la UNESCO, Roemer puso en aprietos a la canciller Claudia Ruiz Massieu con su rebeldía en la reciente votación donde se discutía la preservación del patrimonio en Jerusalén Oriental. Roemer fue destituido como embajador, cosa que debió suceder hace mucho tiempo dado que no es un diplomático de carrera, sino un recomendado.

Las principales crisis que ha tenido Ruiz Massieu al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores no han tenido que ver propiamente con su desempeño, sino con el apartado de gobierno. Como el caso de la visita de Donald Trump a Los Pinos y la más reciente, además del ‘Roemergate’, la cancelación de su comparecencia, el pasado 13 de octubre, ante el pleno del Senado de la República, donde las bancadas traían atorada su propia agenda y luego de un par de horas de espera, le dijeron que mejor regresara otro día porque se iban a dilatar en el debate. Ayer, el Senado determinó que será el próximo 3 de noviembre la nueva fecha para la comparecencia de la titular de la SRE. 

SubmarinoPolitico.com