Política sin servilismo

OPINIÓN 19/09/2014 05:00 Actualizada 05:00

El pasado 15 de septiembre se llevó a cabo el Congreso Nacional Extraordinario de Morena. El objetivo fue dar cumplimiento a las adecuaciones solicitadas por el Instituto Nacional Electoral en su sesión del pasado 9 de julio. Con estas reformas se culmina con el proceso de registro de este nuevo partido.

No obstante, el registro de Morena no es sólo un asunto de trámites, es un proceso histórico de lucha social, un logro del pueblo, de la organización popular, de la organización. Este registro simboliza el resurgimiento de la izquierda mexicana. Morena nace cuando prácticamente todas las fuerzas políticas tradicionales han sucumbido compradas, cooptadas y controladas por el poder político en México.

Ahí están, por ejemplo, en cientos de fotografías en los periódicos los dirigentes, representantes legislativos que se dicen de oposición, pero están felices a un lado de Enrique Peña Nieto, de Gamboa Patrón, de Manlio Fabio Beltrones.

A todos ellos les gusta mucho la cortesía entre los poderosos, pero jamás han tenido la cortesía de acercarse al pueblo y de consultarlo para saber por dónde quiere que marche el rumbo del país.

Morena es distinta, Morena es la oposición, Morena es la izquierda, Morena es del pueblo mexicano. Se trata de hacer un partido de nuevo tipo que rompa con las nefastas tradiciones de los partidos satélites, paleros, al servicio del régimen, de los monolíticos partidos de Estado o de los partidos clientelares y corporativos.

Se puede hacer política sin servilismo con el poder político, se puede hacer política sin regalar nada, simplemente ofreciendo un proyecto de transformación nacional.

El registro de Morena es para que exista oposición en México, para que resurja la izquierda mexicana, para que el pueblo tenga un instrumento que lo defienda de los golpes del poder, para apoyar las luchas y los movimientos sociales y, sobre todo, para transformar a México por la vía pacífica, electoral y constitucional.

Morena lucha para echar abajo las reformas neoliberales, especialmente la llamada reforma energética. Por eso se movilizó en los municipios el 5 de febrero de 2013, en las capitales de los estados el 18 de marzo de 2013, en la ciudad de México con grandes convocatorias el 8 de septiembre, 22 de septiembre, 6 de octubre, el 27 de octubre al Zócalo, el primero de diciembre de 2013 al Zócalo y luego el cerco al Senado, el cerco a San Lázaro y los congresos locales; en el 2014 la denuncia por traición a la patria contra Peña Nieto, el amparo contra el procedimiento de aprobación de la reforma energética, y trabajó en la recolección de firmas para realizar la consulta sobre la reforma energética.

Todavía el 15 de septiembre, en su Congreso Nacional Extraordinario, los brigadistas de todos los rincones del país llegaron con firmas. Ese día se concentraron más de 110 mil rúbricas que fueron entregadas al Senado de la República. Con este esfuerzo Morena juntó casi tres millones de firmas, con lo que cumple sobradamente con los requisitos legales para que haya consulta.

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