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OPINIÓN 14/03/2014 05:00 Actualizada 05:00

SIGUEN PISTAS La detención de Daniel Trujillo Pérez, empleado de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en posesión de más de 4 millones de dólares, un millón de pesos y droga, abre un nuevo frente en la ya de por sí desgastada imagen de la dependencia. No es entendible cómo a los ojos de las autoridades no llamó la atención que un empleado, cuyo sueldo mensual como mensajero era de 11 mil pesos y hasta hace unos años se movía en una motocicleta vieja, de pronto se desplazará hasta en cinco vehículos diferentes y algunos de ellos de lujo. El problema parece no haber terminado con su detención, pues ahora la PGR investiga si otros empleados de la PGJDF participaban en estas actividades ilícitas. Las pesquisas abarcan a la hermana gemela de Daniel Trujillo Pérez, quien también es empleada de la dependencia que encabeza Rodolfo Ríos Garza.

QUIERE REGRESAR Quien anda muy movidito es el ex asambleísta Xiuh Tenorio, quien no tiene problema para llevarse bien con los políticos de distintos colores. Primero fue legislador por Nueva Alianza, de Elba Esther Gordillo. Luego trabajó para un gobierno perredista sin el menor empacho. Y ahora el muchacho anda en la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana con Roberto Campa. Al parecer, Xiuh ya se anda moviendo para pasearse por Benito Juárez, pero sus intereses pocos los conocen.

ALTA TRAICIÓN Hasta hace unos días, Hipólito Mora era reconocido casi como un héroe. Su rostro aparecía en los medios de comunicación porque fue el único, entre miles de hombres, que se fajó los pantalones y decidió encarar sin la ayuda del gobiernoa Los Caballeros Templarios que operaban con manga ancha en el estado de Michoacán; ayer, la Procuraduría estatal lo consignó a un penal y lo relaciona hasta con 35 delitos. Mora ha sido reconocido por el gobierno federal como uno de los líderes y con quien existía diálogo permanente. Fue gracias a él que se destapó la forma de operar de Los Templarios. Su caso huele a traición, porque el hombre siempre ha dado la cara, y sin él, nadie habría volteado la vista hacia Michoacán.

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