El registro de Morena

OPINIÓN 11/07/2014 05:00 Actualizada 05:00

El pasado 9 de julio, el Instituto Nacional Electoral (INE) otorgó el registro a Morena como partido político. El acto constituye un gran triunfo de los ciudadanos y del pueblo de México. Es consecuencia del cumplimiento puntual, riguroso, de todos los requisitos que marca la ley para obtener el registro. Esta nueva organización política cumplió sobradamente y, en consecuencia, obtuvo el registro.

El partido encabezado por Andrés Manuel López Obrador enfrentó los más altos requisitos que se hayan puesto a una organización política para incorporarse al sistema de la competencia electoral.

Hay que recordar que en sus orígenes nuestro sistema de partidos no surgió del establecimiento de reglas, sino en el uso de los métodos de la fuerza. De esta manera, por ejemplo, el PRI no existe como partido político debido al cumplimiento de requisitos legales, sino con la afiliación forzada de los miembros de sindicatos y organizaciones de masas controladas por el aparato de Estado y con el consecuente establecimiento obligatorio de cuotas a la burocracia.

Por contrapartida, el registro de Morena no es sólo ni principalmente un trámite o el cumplimiento de un conjunto de pasos, sino un proceso social, ciudadano, político, de participación. El registro se ha logrado por la organización de la gente. Morena ha ganado a pulso su registro por la participación de una vigorosa base social que ha luchado por la transformación del país.

Por esta razón, este nuevo partido incluye en sus estatutos algunos puntos que resultan novedosos y que coinciden con el ánimo popular respecto a las organizaciones políticas, entre lo que destaca el hecho de que sus dirigentes no cobrarán salarios por desempeñar su labor política, en contraste con el grueso de partidos famosos por los salarios onerosos asignados a sus dirigencias.

Por otra parte, el registro de Morena no significará un incremento al gasto que se destina a los partidos. Sino que la inclusión de nuevas fuerzas políticas sólo representa la reasignación de los recursos que ya se destinan a este fin.

No obstante, esta nueva fuerza política está por la reducción del presupuesto a partidos y a las campañas electorales. La democracia no tiene por qué ser cara y la política no debe ser fuente de riqueza.

Morena surge con la misión de darle cauce a la lucha por la transformación de México. Ocupar cargos públicos puede ser intrascendente sin un programa que priorice el cambio para el país y una mejora en los niveles de vida de la gente.

El registro de Morena revive a la oposición, esa que casi desapareció con la integración del PAN y el PRD junto al PRI en un solo bloque político conocido como “Pacto por México”, que ha legitimado y facilitado la privatización de la industria energética, los abusos como el alza de impuestos, los gasolinazos y la eliminación de derechos laborales.

Esta agrupación formaliza su existencia con una agenda clara. La abolición del paquete de contrarreformas impulsadas por Peña Nieto, así como por PRI, PAN y PRD es una de las principales asignaturas y para ello trabaja.

La tarea prioritaria de Morena en estos momentos es lograr el número de firmas necesarias para que se haga una consulta sobre la llamada reforma energética porque consultar también es democracia.

El surgimiento de Morena cambia el escenario político nacional. Resurge la izquierda, revive la oposición, reaparece la pluralidad.

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