La Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal de 2018, aprobada por el Congreso, es de gran trascendencia para la sociedad mexicana, en virtud de que se trata de los recursos para el desarrollo nacional.

Se sustenta en un marco macroeconómico realista y acorde a las circunstancias actuales. Gracias a las medidas de política económica instrumentadas por el gobierno federal, aunadas a los beneficios tangibles de las reformas estructurales, hoy tenemos estabilidad macroeconómica, una de las premisas que se planteó el gobierno de la República, en beneficio del bolsillo de las familias mexicanas.

Hacia esta dirección apuntan las medidas expresadas en la Ley de Ingresos. Con las modificaciones a variables fundamentales como el precio del petróleo y el tipo de cambio, se prevé un total de ingresos de poco más de 5.2 billones de pesos, lo que significa un aumento en los ingresos totales del sector público de 43 mil 291 millones con respecto a la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación, recursos que serán orientados a damnificados de los sismos y la reconstrucción.

México hoy encabeza entre otras economías la recuperación del espacio fiscal, como resultado de la toma de decisiones por parte del Ejecutivo y reafirmada por los consensos en el Congreso.

Gracias a la Reforma Hacendaria, contamos con un modelo impositivo responsable y con visión a largo plazo, que ha contribuido a consolidar finanzas públicas sanas.

Actualmente, tenemos un superávit primario, lo que significa que el gobierno federal no tendrá la necesidad de solicitar créditos para pagar intereses de la deuda. Para las finanzas sanas las variables petroleras son relevantes, por lo que la actualización del precio del petróleo para 2018 refleja la solidez del marco de responsabilidad fiscal.

Esta Ley permite continuar con el fortalecimiento de los ingresos presupuestarios que han posibilitado reducir la dependencia de la economía de los ingresos petroleros; al inicio de la presente administración de cada 100 pesos de ingresos públicos recaudados, 40 provenían del sector petrolero, cifra que ha disminuido a 16 pesos.

Hemos seguido las medidas y acciones implementadas durante este último año por la Secretaría de Hacienda y por eso, tenemos la certeza de que han abonado a la certidumbre, confianza, a la estabilidad y al crecimiento.

El balance económico a cinco años de gobierno es favorable. Vamos por la ruta correcta y la Ley de Ingresos para el 2018 constituye un instrumento fundamental para lograrlo, pues son los recursos que dispondrá la Federación para invertirlos en proyectos de infraestructura y programas sociales.

Nuestro país sigue adelante con una visión a largo plazo, para consolidar un México próspero, que se traduzca en el mejoramiento de la calidad de vida de la población. *Senadora de la República, Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.