Línea 12: ¿estarán todos los que son?

OPINIÓN 10/09/2014 05:00 Actualizada 05:00

El escándalo de negligencia y corrupción en la Línea 12 del Metro no termina en las sanciones de inhabilitación administrativa anunciadas ayer contra 33 funcionarios y ex funcionarios, entre los que el de más alto nivel resultó ser Enrique Horcasitas Manjarrez, ex director de Proyecto Metro.

Ni debe ni puede terminar ahí porque el contralor del gobierno del Distrito Federal, Hiram Almeida, informó que falta por dar a conocer otro grupo de responsables (¡claro que en la lista de ayer no aparecen todos los que son!) y que están en curso 15 investigaciones y denuncias penales, así como una auditoría fiscal del SAT a las empresas CAF y Provetren. Pero, sobre todo, porque en el fondo del escándalo hay un millonario desvío de recursos del que este espacio advirtió desde 2009.

Entonces se esbozaba lo que hoy son documentadas certezas.

La obra incurrió en reparaciones y gastos extraordinarios porque se planeó y empezó a construir para trenes de las dimensiones y características de los que ya operaban en el sistema, y después tuvo que ajustarse a otras dimensiones y características pactadas con un proveedor chino, y transferidas después a la española CAF. Los efectos de cambiar ancho y largo de trenes se denunció en la Contraloría del GDF y en la Asamblea Legislativa se denunció desde diciembre de 2009 con una pregunta medular: ¿por qué habiendo ya en México mil 42 carros del mismo ancho y largo, se cambió a trenes más anchos, cortos y más pesados? Eso fue lo que generó que túneles, obra elevada, banquetas y avenidas tuvieran que romperse para hacer perforaciones más anchas, una de las causas que dispararon el costo.

Además, se autorizaron adquisiciones a sobreprecio y se decidió rentar trenes cuando era más barato comprarlos.

Por eso nunca se informó con claridad a la ciudadanía el costo que tendría la obra: primero se nos dijo que costaría 25 mil millones de pesos cuando los responsables estimaban que en realidad fuera de 35 mil millones de pesos, cifra que finalmente se fue hasta 44 mil millones, más otros cinco mil millones que los constructores aún reclaman por las obras extraordinarias que le decía.

Ahí le van algunos otros datos ya documentados por la propia Contraloría del GDF, la Asamblea Legislativa capitalina y la Comisión de Investigación Federal de la Cámara de Diputados:

1. El gobierno de AMLO compró 45 trenes, hechos en México por CAF/Bombardier en 549 millones de dólares, es decir, cada tren costó 12.2 millones de dólares. El gobierno de Marcelo Ebrard compró 30 trenes hechos en España por CAF y adquiridos por su socia Provetren en 520 millones de dólares, es decir, 17.6 millones de dólares por tren. Ahí ya hay un sobreprecio insuficientemente justificado.

2. Pero la gran pregunta es: ¿por qué si 30 trenes costaron (ya con sobreprecio) 530 millones de pesos, el entonces secretario de Finanzas del GDF y hoy senador Mario Delgado decidió arrendar los trenes de la Línea 12 mediante un contrato con CAF de mil 588 millones de dólares, ya que mensualmente se debe pagar 8.8 millones de dólares durante 15 años? ¿Cómo justificarán los mil millones de dólares de diferencia cuando el principal argumento esgrimido fue la falta de recursos?

3. ¿Por qué si el Metro ha mantenido sin funcionar desde hace seis meses 15 trenes de la Línea 12, ha pagado a CAF 26.6 millones de dólares de renta, cuando por contrato tiene la facultad de suspender el pago?

Por eso le digo que el asunto no puede quedar nada más en la inhabilitación del ex director del Proyecto Metro y otros 32 funcionarios de menor rango que él. ¿Acaso no tuvieron responsabilidad en esto el ex director del Metro, Francisco Bojorquez, el ex secretario de Finanzas, Mario Delgado, e incluso el ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard.

Él dará a conocer hoy su versión del escabroso asunto de la Línea 12 y seguramente se referirá a funcionarios del actual gobierno. Y en parte tendrá razón porque si este asunto se denunció en la Contraloría desde diciembre de 2009, ¿acaso no estaba enterado el contralor Hiram Almeida? ¿No supo de la papa caliente el actual director del Metro, Joel Ortega cuando recibió el cargo de su antecesor?

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