Felicidades

Lydiette Carrión

OPINIÓN 10/05/2017 12:19 Lydiette Carrión Actualizada 12:19

A inicios del siglo XX había cierta efervescencia y discusión para reconocer a las mujeres el derecho a estudiar, a votar, a ser votadas, así como sus derechos en el ámbito laboral. Todo esto tenía un tufillo de izquierdas, de “comunistas”, decían en aquel entonces (y no sin cierta razón, ya que de hecho las mujeres socialistas fueron quienes empujaron todo esto). 

Entonces, para 1922, el periódico Excélsior, apoyado por la Iglesia católica en México, así como por el gobierno, empujaron la idea del Día de las Madres. La idea de este día era enaltecer a la mujer como madre, borrando de paso todas sus otras posibilidades o facetas: el ser trabajadora, estudiante, profesionista...

Esta maniobra fue muy exitosa. En la cultura mexicana prendió como hierba seca. Ahora, el Día de la Madre es uno de los momentos clímax del año. Y un infierno de tráfico en la Ciudad: Los restaurantes se retacan, o se hacen comidas monumentales; a la madre se le regalan nuevos grilletes esclavizadores: licuadoras, lavadoras de ropa, aspiradoras. Algunos tienen mejor gusto: flores, perfumes, chocolates.

Y no es que esté mal celebrar a la madre, todo lo contrario. De hecho, si reflexionamos un poco, son las madres y amas de casa las que sostienen básicamente la economía nacional. Como ya se ha mencionado en otras columnas, el trabajo doméstico no remunerado crea alrededor de 24% del PIB en México. Es decir, las madres que crían hijos, cuidan enfermos, hacen de comer, lavan la ropa, atienden un hogar, aportan más a la economía que las remesas de los migrantes. Por supuesto que hay que reconocerlas.

El punto es que una mejor forma de reconocer este trabajo de amor, sería discutir las condiciones en las que se encuentran las madres y las amas de casa: qué derechos tienen, qué ingresos, cuál es su seguridad social, con qué mecanismos cuentan para que las madres de familia puedan además acceder a la educación, el trabajo remunerado.

Una mejor condición económica y desarrollo personal redundará no sólo en las propias madres, sino en toda la sociedad.

Finalmente, quisiera recordar algo: desde hace unos seis años, el Día de la Madre también ha aglutinado a las madres que buscan a sus hijos desaparecidos. En este país, con más 22 mil personas desaparecidas, han sido las madres y los padres quienes han insistido en que vivimos una emergencia nacional. Para ellas, el total reconocimiento.

GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA: 10 de mayo: Día de las Tonantzin. 

 

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