Acusaciones que no se olvidan

OPINIÓN 07/08/2014 05:00 Actualizada 05:00
A José Penchyna Brickman

Parecía mero trámite la aprobación en el Senado del dictamen para convertir los pasivos laborales de Pemex y CFE en deuda pública. Los ánimos se empezaron a caldear cuando desde la mañana no se respetó el reglamento en comisiones y la Mesa Directiva del Senado tuvo que validar el procedimiento legislativo para permitir que las modificaciones pasaran al pleno para su discusión y votación.

Con muy mala leche, el senador Benjamín Robles del PRD, lanzó una acusación contra el padre del senador priísta David Penchyna; José Penchyna Brickman, fallecido el 27 de diciembre de 2013 en Pachuca, Hidalgo.

El coordinador parlamentario del PRI, Emilio Gamboa, pidió evitar caer en acusaciones personales y familiares. Al senador Penchyna se le descompuso el semblante, quizá no tanto por la acusación, que a la postre resultó ser falsa, sino porque le tocaron una fibra sensible y dolorosa que nada tenía que ver con lo que se estaba discutiendo en el salón de plenos.

En la réplica, Penchyna subió a la tribuna para defender el honor de su padre muerto: "Venir a hablar de mi padre no es mi función como legislador. Pero le voy a compartir algo de manera personal a todas y todos ustedes, reconociendo que en el calentamiento de las ideas se ha retirado del Diario de los Debates, lo cual entenderán, en mi persona que no es suficiente, y no es suficiente porque yo sí reto públicamente a quien tenga una acusación de mi padre, que está obligado a probarla, o el que también aquí ha venido a proferir que soy sujeto de corrupciones o de enriquecimientos ilegítimos, ojalá tenga la calidad moral para algún día lavar su cara y su nombre y poderlo demostrar."

Después, también Manuel Bartlett se llevó un rozón por parte del senador hidalguense. Al poblano no sólo le recordaron su pasado salinista, Bartlett fue secretario de Educación del chupacabras. Además, la izquierda en la que ahora milita lo acusó de criminal de la democracia, ya que como secretario de gobernación de Miguel de la Madrid, Bartlett adquirió una mancha en su trayectoria política que ni el tiempo ha podido limpiar: La caída del sistema de computo en las elecciones presidenciales de 1988. Penchyna señaló que Bartlett vive frustrado porque nunca pudo ser presidente de la República. Y como remache, que Carlos Salinas le abrió las puertas del PT.

El incidente que vimos ayer en el Senado pertenece a aquellas afrentas que no se olvidan nunca, aunque la acusación haya quedado fuera de la transcripción en el diario de debates. Por unos minutos, lo importante; la discusión del destino que tendrán los pasivos laborales de Pemex y CFE quedaron relegados a un último plano.

Periscopio

El protagonismo del senador poblano Javier Lozano Alarcón no tiene límites, en la crisis en el pleno del Senado el día de ayer, Lozano le recordó a Bartlett que le debe una lana porque le ganó una demanda por daño moral y aún no ha pagado. Lozano no puede quitar de su ADN su pasado priísta y salió también en defensa del senador Penchyna.

En el radar

No pierda de vista la biografía del senador perredista Benjamín Robles en Wikipedia que al calce dice: "Desde muy joven se vio en la necesidad de comenzar a trabajar; sin embargo, eso no le impidió continuar sus estudios mientras trabajaba". Ya debería ser hora de dejar atrás las idilícas historias donde las personas públicas imitan el modelo del pastorcito de Guelatao que llegó a la primera magistratura producto de su incasable tenacidad, aquellos eran otros tiempos. ¿Ya se le habrá olvidado al ahora senador Robles que en las elecciones de 2012 condicionó apoyos de programas sociales a cambio del voto para él y su amigo Diódoro Carrasco?

Bitácora de lo absurdo

Demasiado tarde llegó al debate energético el escritor, historiador y militante de izquierda Paco Ignacio Taibo II. Ayer, Carmen Aristegui le otorgó más de media hora en su programa de radio para que el escritor saliera en defensa de Lázaro Cárdenas del Río, a propósito de un artículo publicado por el ex presidente del PAN, Germán Martínez, titulado "Cárdenas ha muerto". Al respecto lo único que le podría contestar al responsable del inicio de la debacle panista en 2009: Gómez Morín también.

Seguimos el debate en Twitter: @LeoAgusto

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