El nexo entre Boudou y el PVEM

LEO AGUSTO

OPINIÓN 06/11/2017 12:23 LEO AGUSTO Actualizada 12:23

La fotografía es implacable: Amado Boudou, ex vicepresidente de Argentina durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner entre 2011 y 2015, aparece esposado y flanqueado por la policía en su exclusivo departamento de Puerto Madero, uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires. El pasado viernes 3 de noviembre, un juez ordenó su detención acusándolo por el delito de “asociación ilícita en el marco de enriquecimiento”. El operativo tuvo lugar a las seis de la mañana y a Boudou lo agarraron en pijama, le leyeron sus derechos en su recámara cuando todavía no salía de la cama. 

Boudou no pudo comprobar el origen de 80 mil dólares que costó un departamento que le regaló a su ex novia, la periodista Agustina Kampfer, cuando éste era ministro de Economía. Adicionalmente, la justicia investiga a Boudou por compras irregulares en la fábrica de papel moneda Ciccone, un escándalo en el país sudamericano. 

En un segundo plano de la fotografía que dio la vuelta al mundo, se aprecian dos elementos en la cima de un librero que resultarán familiares a los mexicanos: una bandera tricolor y una banda presidencial, ambas en tamaños pequeños. ¿Por qué?

En 2015, luego de terminar su relación con Kampfer, Boudou hizo pública su relación sentimental con la ex diputada federal del Partido Verde Ecologista, Mónica García de la Fuente, a quien conoció en una reunión interparlamentaria entre México y Argentina en 2014.

Mónica García de la Fuente, de 37 años, es egresada de la carrera de Derecho del ITAM y actualmente se encuentra embarazada de mellizos. La también ex asesora jurídica de Televisa planeaba viajar a México en diciembre próximo para que el parto tuviera lugar en nuestro país, en enero de 2018. Boudou había solicitado permiso al juez que le procesa, pero se supo que planeaba no volver nunca más a la Argentina y el triunfo de Macri en las elecciones parlamentarias adelantó los tiempos políticos y legales. 

El colega periodista Adal Díaz Meraz, radicado desde algunos años en Buenos Aires, comenta que Amado Boudou es el “Salgado Macedonio” de Argentina, por su gusto a las moticicletas Harley-Davidson, el rock y la vida social escándalosa. 

El alto perfil le ha salido caro al corrupto peronista, quien buscaba tener un impune retiro en nuestro país al cobijo de la telebancada. Ahora, la corrupción no sólo es cultural, (Peña dixit), también es internacional y con calidad de exportación. 

El plan parecía perfecto para el político argentino en desgracia, ya que Mónica García de la Fuente, aunque se retiró de la vida política mexicana en 2015 para dedicarse a su relación de pareja, luego de terminar su encargo como diputada federal por representación proporcional de Aguascalientes, también mantuvo sus relaciones políticas con la CIRT, donde fue protesorera, previo a ser diputada del Verde. 

Mientras, Boudou seguía dando material a la nota rosa al publicitar que sería padre de mellizos varones, al tiempo que la justicia le pisaba los talones.

Pero Boudou no contaba que el testimonio de su ex pareja, Agustina Kampfer, ante la justicia argentina sería definitorio para su detención no sólo por los 80 mil dólares del departamento, también por detalles en las investigaciones de cómo el ex vicepresidente se hizo de 70% de la fábrica de papel moneda vía prestanombres. Su abogado le notificó de la detención un día antes, pero Boudou no se animó a emprender la fuga con su esposa embarazada a menos de dos meses de dar a luz.

La ex diputada Mónica García de la Fuente se desempeña desde 2015 en Argentina como consultora jurídica independiente y debido a su relación con Boudou tenía cercanía con el grupo de Cristina Fernández. En los próximos días veremos si también se ve salpicada por las corruptelas de su pareja, de la que podría ser cómplice. También veremos sus nexos con México desde Argentina, especialmente en el área de turismo, gracias a la iniciativa que presentó la legislatura pasada para eliminar la prohibición de venta de terrenos de playa a extranjeros. 

t@LeoAgusto

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