Un acuerdo amplio contra la inseguridad

OPINIÓN 06/11/2014 05:00 Actualizada 05:00

Los hechos de inseguridad que se presentan en diversas entidades de la República plantean un importante desafío para el Estado mexicano. Los acontecimientos de Ayotzinapa han marcado un punto de inflexión para la sociedad, y el gobierno encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto tiene clara esta situación, y trabaja para producir cambios profundos que devuelvan la tranquilidad a las familias mexicanas.

El gobierno de la República ha puesto particular atención a esta problemática y trabaja en la generación de sus propuestas con miras a plantearlas en una mesa de diálogo para la construcción de consensos. Resulta particularmente alentador que existan coincidencias entre los distintos actores, lo que permitirá impulsar acciones firmes y decididas contra un flagelo que los mexicanos debemos decididamente eliminar.

La solución no será vertical, por el contrario, será colectiva e incluyente. Es por ello que el Presidente ha anunciado que convocará en breve a las fuerzas políticas y a la sociedad para emprender los cambios precisos para restablecer la seguridad.

Hoy más que nunca es necesario un involucramiento amplio de los diversos sectores para enfrentar este desafío, buscando unir esfuerzos para fortalecer las instituciones y el Estado de derecho en nuestro país. Los lamentables e indignantes hechos ocurridos, que violan abiertamente los derechos de las personas, no pueden repetirse, es un objetivo claro y compartido por todos.

La colaboración de las organizaciones de la sociedad, empresarios y expertos académicos permitirá la inclusión de visiones distintas, la necesaria ampliación del debate sobre un problema que afecta a las mexicanas y los mexicanos en su vida cotidiana, y en cuya solución deben contemplarse los diferentes abordajes posibles, ya que cada sector sufre de distinta manera los efectos de la inseguridad.

Independientemente de las investigaciones que desarrollan las instituciones de seguridad pública, gobierno y sociedad deben actuar concertadamente para emprender de manera urgente los cambios de fondo que permitan fortalecer nuestras instituciones y asegurar la vigencia plena del Estado de derecho, lo que implica el absoluto respeto a los derechos políticos, sociales, económicos y culturales; a los derechos humanos.

El camino no es fácil; para lograr los resultados esperados es fundamental que se aborden, con acciones concretas, problemas como la corrupción, la impunidad y se reconstruya el tejido social, por eso es necesario la conformación de un gran acuerdo entre el gobierno, las fuerzas políticas, y los distintos sectores de la sociedad, donde destaque un marcado involucramiento de la ciudadanía. La corresponsabilidad en la implementación de acciones conjuntas, concertadas, puede representar la salida que todos buscamos a esta delicada situación. El presidente Peña Nieto lo sabe y buscará impulsar las soluciones que el país necesita.

Los senadores de la república tenemos una alta responsabilidad en el acompañamiento de este proceso, por lo que deberemos aportar de manera constructiva a la búsqueda de soluciones, más allá de coyunturas e intereses particulares. Es un momento crucial para consolidar el rumbo hacia el México que todos queremos, un México en paz y que garantice a todos sus habitantes su seguridad y el respeto a sus derechos. Siempre con el país por delante y en beneficio de la nación.

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