El Komander y la libre expresión

OPINIÓN 06/05/2014 05:00 Actualizada 05:00

Y es que la verdad, aunque a la joven plebada le encante oír sus historias, que son parte de la realidad que se vive en el país, hay quienes sufren y el dolor es inmenso cuando oyen los narcocorridos, pues recuerdan a sus seres, quienes cayeron en los malos pasos de la delincuencia o el fuego cruzado entre la milicia y la mafia. ¡Que pasó amigazos y amigazas! Tómense un momento que esto se va a poner bueno. Una oleada de cancelaciones para sus shows es la que vive Alfredo Ríos El Komander. Autoridades externan que sus canciones fomentan la violencia, hay quienes dicen, sus rolas son como un periódico que dicen la realidad de un México arrastrado por la delincuencia. En este espacio no pretendemos juzgar, sino exponer que El Komander ha tocado fibras sensibles de las personas que han perdido a alguien. Tras los vetos, el cantante habría dicho a una revista: “Lo único que hacen es atentar contra mi derecho de expresión, las autoridades deben preocuparse en la seguridad y no en parar acciones para divertirse”. Así es, hay una libertad de expresión, pero ante los miles de muertos (que en 2013 me quedé en 35 mil), sí habría qué pensar en cómo se cantan las cosas. Mis compas me dijeron en varias ocasiones, que a Alfredo se le comentó que tuviera el “tacto” para ingresar al mercado mexicano, pero la realidad, como bien indican, es que no lo hizo y ahí están los resultados. Seguro se podrá reponer de los vetos, pero ser un cantante que sea expuesto en radio o televisión, sí lo veo difícil. Pero como dicen, si ves la barba de tu vecino cortar, pon la tuya a remojar. Por ello, otros exponentes de los corridos fuertes ya están “suavizando el tono”, pues como dicen, el fin último de todo intérprete es que lo escuche el mayor número de personas. Y hablando de bailes, me comentaron que aquí en el Distrito Federal se está tratando de poner un tope, tanto al consumo de bebidas alcohólicas como al ingreso de los llamados masivos. Por lo pronto se limitó el consumo de bebidas embriagantes, además de que para poder llevar a cabo la tocada se exigió el seguro de vida que sólo cubriría a más de 20 mil personas, por lo que más de 15 se quedaron afuera; y tal parece que estos “experimentos” podrían extenderse a los palenques. Hay que ver cómo se desarrolla todo. Nos vemos la próxima, ¡y que hable la música!

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