Taxista tuvo sexo con pasajera despechada

Rodolfo Rosales

OPINIÓN 05/09/2017 14:06 Rodolfo Rosales Actualizada 18:50

Por más increíble que parezca, el Señor X tuvo sexo casual con una pasajera que le hizo la parada sobre el Viaducto, casi a la altura de Insurgentes.

“Era sábado, como a las 11 y tantos de la noche; la señora, como de 40 años me detuvo, no era una belleza, pero se defendía”.

“No iba tomada, pero olía a alcohol. Entonces le pregunté que a dónde la llevaba y me dijo que a la Jardín Balbuena. Lo cual, era una distancia relativamente rápida a esa hora por el Viaducto”.

“Yo iba escuchando a José José y me pidió que le subiera el volumen y lo hice, ella comenzó a cantar. Luego se me acercó y me dijo 'invitame una copa, la vamos a pasar bien, te lo garantizo'. Un tanto desconfiado le respondí que no pagaba por sexo. 'Me ofendes, no me dedico a eso, pero ando con ganas de pasarla bien'”.

“Aunque soy muy desconfiado, pudo más mi deseo de pasarla bien y acepté”.

“Fuimos a un bar que está por Plutarco y mi sorpresa es que salió buena para el baile y la charla. Dos o tres horas después salimos del lugar y acordamos ir a un hotel, el Grand Prix, de Churubusco”.

“Fue una madrugada muy buena, ella resultó una excelente amante y bien rélax”.

“Una vez que llegó la calma, me contó que lo había hecho por venganza hacia su ‘novio', amante, que es casado y que al estar en un bar de Insurgentes, se encontró con un amigo de su esposa y la negó 'no me presentó ni como amiga ni como nada el muy desgraciado. Fue cuando me salí y pasaste tú. No pensaba más que irme a mi casa, pero me dieron ganas de cobrar venganza y aquí me tienes'”.

“Yo me quedé callado, porque sin querer salí beneficiado con el coraje de la mujer. Luego, nos bañamos juntos y volvios a darle, ya como a las seis de la mañana salimos del lugar y la llevé a su casa”.

“En el camino, que fue muy corto, me comentó que era soltera y que trabajaba en una agencia funeraria y que andaba con un cliente al que conoció cuando le dieron el servicio, cuando murió su madre 'pero se ha vuelto una relación enfermiza, yo por mi soledad y él por sentirse muy hombre. Llevamos dos años así y no lo puedo evitar, sé que el próximo jueves me va a ir a buscar y lo voy a perdonar’. Yo me quedé callado”.

“Al llegar, nos despedimos con un hasta luego y yo me sentí mal por haberme aprovechado de la situación, pero no niego que la pasé bien, aunque me gasté la cuenta y tuve que inventar que se había descompuesto el taxi”, concluye.

 

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