El zar antimariguanero

OPINIÓN 04/11/2014 05:00 Actualizada 05:00

No queda claro si la posición del titular de la Comisión Nacional Contra las Adicciones en contra de la legalización de la mariguana es personal, como médico, como funcionario del gobierno federal o si desea proclamarse como el sucesor de Jorge Serrano Limón.

En entrevista (El Universal, lunes 3 de noviembre de 2014 p. A18), Manuel Mondragón y Kalb dijo que no quiere que México se convierta en un "país mariguanero".

Posición que sin duda invita al debate, no de la legalización en primera instancia, sino del lenguaje utilizado por un funcionario para referirse al consumo y a los consumidores de la cannabis sativa.

Antes, el 28 de octubre, Mondragón y Kalb dijo en el espacio radial de Joaquín López Dóriga: "Mi vocación social me indica la conveniencia de atacar el problema (de la legalización) con toda mi alma". Y agregó: "Yo en lo personal, no institucionalmente, porque esta es una situación de opiniones personales y de seguir la ley como está significada, pero en lo personal yo estoy en contra de la legalización de las drogas".

En esa lógica tan difusa, el siguiente paso sería que el comisionado nacional contra las adicciones exprese su oposición a que México se convierta en un país de teporochos, en referencia a los consumidores de alcohol o, peor aún, un país de chemos, para referirse a los adictos a los inhalantes.

Por si hiciera falta abonar a la desconfianza en las instituciones, Mondragón y Kalb agrega el ingrediente de la estigmatización de los consumidores de mariguana. ¿Con qué confianza se acercaría una persona adicta al Conadic si su titular considera a algunos pacientes como "lacras sociales", según sus declaraciones?

A menos que el Presidente de la República comparta esta visión obsoleta del problema de las adicciones, no es conveniente mantener ni un minuto más al Dr. Mondragón en el cargo. Mucho menos con un país tan encrispado socialmente por los hechos recientes en Iguala que destaparon la colusión entre el crimen organizado y el gobierno. Realidad que, vista desde fuera, luce grave para el país. Como lo relató Francisco Goldman, corresponsal de la revista The New Yorker en México, donde advierte que a raíz de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa la crisis ha ido en aumento y que el hecho podría representar la chispa que detone una revolución. En ese contexto, las declaraciones de Mondragón y Kalb llegan en muy mal momento.

Periscopio

La tarde del viernes, Miguel Ángel Mancera asistió al Hospital ABC de Observatorio para practicarse un check-up. Los médicos ya no lo dejaron salir al descubrirle una afección cardiaca que requería atención inmediata. La operación se complicó en el quirófano; el presidente Enrique Peña tuvo un gran gesto con el jefe de gobierno del DF y mandó de inmediato a médicos del Estado Mayor Presidencial para auxiliar en la crisis. A decir de fuentes del GDF no fue necesaria su intervención. De la oficina de Luis Ernesto Serna, secretario particular del jefe de gobierno, salió el mensaje a todos los funcionarios altos y medios de la administración capitalina que Miguel Ángel Mancera había sido intervenido a corazón abierto de manera programada, que se recuperaba de forma favorable. Y con la orden de abstenerse de realizar cualquier comentario al respecto a medios de comunicación y especialmente en redes sociales.

En el radar

En conferencia de prensa, Andrés Manuel López Obrador anunció el 8 de junio de este año en Acapulco que "por acuerdo" Lázaro Mazón sería candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero.

Bitácora de lo Absurdo

"Todavía no decidimos (la candidatura de Mazón), en su momento vamos a decidir y vamos a tomar buenas decisiones": Martí Batres, presidente del CEN de Morena, ayer. La incongruencia recuerda aquella frase de calendario motivacional estampada sobre un bello atardecer: "Hay aves que cruzan el pantano sin manchar su plumaje". Andrés Manuel y Martí son de esos pantanos, agrega El Gordo.

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