Desde las gradas

OPINIÓN 03/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

Durante dos semanas acaparó los encabezados de varios medios de comunicación la violencia que se generó durante un partido de futbol. Hemos visto, una y otra vez, cómo algunos asistentes a eventos deportivos generan un ambiente hostil. Así también, a la policía rebasada por la irracionalidad que se apodera de los estadios.

A lo largo de mi trayectoria como legisladora he participado en las comisiones de deporte, ya que estoy convencida de que la cultura física y el deporte es una vía para que todos los jóvenes, sin distinción alguna, logren desarrollarse en plenitud.

Como Senadora de la República vi concretar un proyecto que, desde la Cámara de Diputados, impulsé: una nueva Ley General de Cultura Física y Deporte. En ella quedaron plasmados las modificaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dándole al Estado la capacidad de diseñar, coordinar, evaluar y dar seguimiento permanente a las políticas públicas en materia de cultura física y deporte, así como la búsqueda para que más mexicanos eleven su calidad de vida, a través del fomento al deporte en todos los grados educativos.

La Ley General de Cultura Física y Deporte que promulgó el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el año pasado, necesitaba fortalecerse ante la barbarie de la masa que se apodera de los eventos deportivos.

Parafraseando al escritor Elías Canetti, Premio Nobel de Literatura, “la masa ansía el crecimiento; en ella todos los individuos que pasan a ser parte de la masa se despojan de sus diferencias y saltan con un impulso de destrucción, sin que tengan una visión clara de la magnitud que pueden llegar a alcanzar”.

Lo que hemos visto es una masa apoderarse de los estadios, sin que sean hechos aislados en México.

En Brasil, a menos de tres meses de que se inaugure el Mundial de Futbol, vimos el recrudecimiento de la violencia entre los aficionados; en Uruguay la violencia llevó a que el gobierno del presidente José Mújica analizara las políticas que se implementarán; o en Perú, donde se cancelaron partidos por falta de seguridad para los asistentes.

Por ello, en el Congreso de la Unión aprobamos esta semana una modificación a la Ley General de Cultura Física y Deporte con el fin de que los eventos continúen siendo familiares, para proteger la integridad física de los asistentes, y prevenir o en su caso sancionar los hechos violentos que se generen.

La casa encuestadora Demotecnia publicó que 50% de los encuestados cree que ayudará en mucho aumentar penas de cárcel a quienes provoquen o generen violencia en los estadios. Debemos revertir la creencia que los estadios no son adecuados para asistir con la familia.

Ante la escalada de la violencia, desde las gradas les decimos que el deporte es de todos, no de unos cuantos.

Y desde el Senado buscamos garantizar que las familias mexicanas puedan acudir a un lugar de esparcimiento, convivencia y recreación familiar.

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