Lo que la Reforma Educativa se llevó

LILIA MERODIO

OPINIÓN 03/02/2017 09:38 LILIA MERODIO Actualizada 09:38

El poder de influencia que poseían los sindicatos —sea el SNTE, la CNTE o la disidencia en algunos estados— llegaba a tal grado que eran capaces de dictar la política educativa nacional. Los líderes magisteriales no solamente ejercían de manera discrecional los dineros públicos de los programas, sino también tenían acceso a onerosas prebendas económicas y políticas.

Los mexicanos tuvimos que resignarnos a recibir una educación que no era de calidad. Nos acostumbramos a observar paros laborales injustificados, negociaciones salariales irregulares, venta de plazas de docentes, cobro ilegal de cuotas escolares, así como otros abusos que eran promovidos desde las propias dirigencias magisteriales. 

Este mes de febrero se cumplen cuatro años de la promulgación de la reforma constitucional en materia educativa. Ante lo que es considerado la transformación mexicana más importante del Siglo XXI, cabe preguntarnos ¿qué fue lo que la reforma educativa se llevó? La respuesta es muy sencilla: puso fin a la era de los privilegios sindicales, lo que significa que el Estado mexicano recobra otra vez el control del proceso educativo. Ahora son las propias autoridades educativas quienes deciden libremente, sin presiones magisteriales, el rumbo que debe tomar la educación.

La nueva realidad educativa circunscribe la actuación de los líderes del magisterio exclusivamente a la defensa de sus derechos laborales. Este es quizá el cambio más importante, si consideramos que ha permitido reordenar el gasto educativo. En total, son más de 180 mil millones de pesos que el Programa Escuelas al CIEN recibirá para mejorar la infraestructura de las escuelas. Con la creación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa, FONE, y el CENSO educativo, se ha logrado eliminar las dobles plazas docentes, también los pagos a los comisionados sindicales, lo cual, entre otras cosas, ha permitido destinar más recursos a las becas, tan sólo en el ciclo escolar 2016-2017 ascenderá a 7.7 millones.

Hoy, es una realidad la profesionalización del magisterio. Todo maestro, director o asesor técnico pedagógico tiene la posibilidad de competir para obtener una plaza. Con los concursos de oposición se privilegia el mérito y los conocimientos. Lo anterior implica un cambio de paradigma que privilegia las competencias, el inglés como materia obligatoria, la inclusión de las tecnologías de la información y comunicación, una nueva gestión de las escuelas, la participación de los padres de familia y una gran restructuración de los libros de texto gratuitos.

*Senadora de la RepúblicaPresidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.

Twitter: @LiliaMerodio

 

Comentarios