Desde el norte, los caminos del sur

LILIA MERODIO

OPINIÓN 02/06/2016 12:56 LILIA MERODIO Actualizada 12:56

Como muchos mexicanos, he tenido la oportunidad de conocer diversos rincones de nuestro hermoso país. Ya sea en una gira de trabajo, con funcionarios federales o integrantes del Poder Legislativo, observo y escucho con la finalidad de recabar información, de primera mano, para gestionar o presentar en el Senado de la República, iniciativas de ley. Percibo las necesidades y busco soluciones a los problemas. ¿Por qué? Porque más allá de ser chihuahuense, soy una mexicana ocupada en responder las demandas de miles de ciudadanos.

Por ello, cuando el Presidente de la República presentó la iniciativa de la Ley Federal de Zonas Económica Especiales no dudé en apoyarla, porque tiene como objetivo principal planear áreas geográficamente especiales, principalmente en donde hay mayor rezago social, con el fin de impulsar su crecimiento económico, desarrollo social, inversión, productividad y competitividad.

Estas zonas serán consideradas áreas prioritarias del desarrollo nacional y el Estado. Se promoverán las condiciones e incentivos para que, con la participación del sector privado y social, se contribuya al desarrollo económico y social de las regiones, por lo que estoy segura que con esta política pública el sur encontrará el mecanismo de detonar el potencial que tiene y dejemos de ver dos México.

Un México en donde se instalan empresas de la más alta tecnología, como la aeroespacial o la industria farmacéutica, y en el otro, un México rezagado, con carencias y necesidades básicas.

Con la finalidad de impulsar el sur con una visión de Estado, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, enumeró ocho acciones que podremos ver en los próximos meses.

La primera de ellas es formar un organismo dedicado a las zonas económicas especiales; la segunda es la publicación de reglamentos secundarios para detallar cómo se detonará el potencial del sur. La tercera es la publicación de las zonas económicas especiales que serán, en una primera fase, el puerto Lázaro Cárdenas, corredor del Istmo de Tehuantepec y puerto Chiapas y en una segunda, el corredor petrolero Tabasco-Campeche; la cuarta es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público forme el esquema de incentivos; quinta, es concretar convenios de colaboración; la sexta es acelerar el inventario de obras para las zonas especiales; la séptima es el diseño de los Programas de Desarrollo de las Áreas de Influencia; y octava, es la selección de los Administradores Integrales.

Si bien aplaudo la integración del sur en el desarrollo económico, es de suma importancia no descuidar lo que hacemos en el norte. Espero que, ante los retos con los que nos enfrentamos día tras día, los esfuerzos individuales encuentren eco en políticas que implemente el Gobierno Federal. Por mencionar algunos pendientes que tenemos en el norte, es la conformación de una política fronteriza integral, la expansión del uso de energías renovables o el apoyo al sector ganadero que ha mantenido durante décadas altos índices de comercialización.

Trabajemos como uno solo. Sé que las realidades que vivimos, tanto en el norte como en el sur, son distintas. Sé que hay una urgencia en el sur. Pero no dejemos de descuidar los polos de desarrollo. Sembremos desarrollo para recoger una cosecha, en un futuro, de igualdad de condiciones y oportunidades entre los estados del sur y norte de nuestro México.

Por lo pronto, los invito a que tomemos desde el norte, los caminos del sur.

*Senadora de la República

Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.

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