Huelum

OPINIÓN 01/10/2014 05:00 Actualizada 05:00

Este 2 de octubre estará vestido de guinda y blanco, colores institucionales del Instituto Politécnico Nacional. Y es que en las últimas semanas, ha prendido un movimiento inusitado entre los estudiantes de la segunda institución de educación pública más importante del país,  contra cambios que afectarían  no sólo su formación académica, sino su perfil como egresados.

Esto es inusitado porque hace muchos años —quizá décadas— que en el Poli no se da una movilización de estas dimensiones. Apenas ayer, salieron a la calle con una fuerza festiva enorme y totalmente inédita.

Sus estudiantes se han visto lastimados durante décadas por un porrismo que se dejó arraigar en sus escuelas con la franca complacencia de autoridades escolares y funcionarios locales.

A eso hay que añadir que la falta de autonomía frente al Estado, lo que impide que haya libertad de cátedra para profesores y dificulta la organización de jóvenes. Más aún, el mismo perfil de las carreras que se estudian ahí ha ocasionado que el grueso de los estudiantes se vea imposibilitado y francamente desinteresado en participar en movimientos y organizaciones estudiantiles de corte político y social.

Pero desde hace unos días, los estudiantes del Poli se movilizaron. Y lo hicieron por los siguientes puntos: en primer lugar, la derogación del nuevo reglamento interno, así como echar atrás las modificaciones que se han hecho a los planes de estudio de algunas carreras. Desde su perspectiva, estos cambios afectan la calidad académica “al reducir materias de disciplinas científicas y eliminar las humanísticas, con lo que sólo se pretende formar mano de obra calificada y no profesionales con un sentido social”.

También pedían la destitución de la directora general de la casa de estudios, Yoloxóchitl Bustamante Díez, lo que ocurrió ayer. Y aún más recientemente, se habló de exigir la autonomía como la tiene la máxima casa de estudios del país, la UNAM.

El movimiento de los politécnicos ha entusiasmado a los estudiantes de otras escuelas, como la UNAM, la UAM, la UACM, quienes quieren apoyar. Este 2 de octubre será guinda y blanco.

Mientras los estudiantes de la Ciudad de México  se pintaban de guinda y blanco para apoyar a los politécnicos, se sumó otro color: el negro; el luto. El viernes, tres normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, fueron asesinados. Y esto se sumará a la conmemoración del 2 de octubre. Será una marcha importante, pero también crispada.

Glosario de supervivencia

2 de octubre: No se olvida.

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