Chivas vendió su prestigio por unos dólares

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 22/07/2019 01:50 Gerardo Velázquez de León Actualizada 11:46

El ridículo del inicio de temporada del Guadalajara no tiene explicación, más que ganar unos cuantos dólares para intentar comprar futbolistas en el próximo periodo de fichajes, o incluso en este mismo que corre y se encuentra abierto hasta septiembre, ya que lo único que ha tenido es algo de dinero a un descomunal precio: pisotear su prestigio, como si no se tratara del equipo más popular en este país.

El brillante arquitecto que construyó esta gira merece ser desterrado de por vida del Guadalajara. Cinco partidos perdidos de manera consecutiva, de los cuales solamente lo único que ha trascendido es el brinquito de Alan Pulido contra la Fiorentina y que, a la vez, se ha convertido en el mayor ridículo en la historia reciente del equipo.

Cuatro amistosos y uno oficial, en los que solamente han anotado dos goles y recibido 15, pero uno de los que marcaron fue autogol y el otro también pudo considerarse así.

Esta es la demostración fehaciente de que este equipo no está preparado, no tiene el plantel ni cuerpo técnico que sostenga alguna esperanza en los confundidos y golpeados aficionados a las Chivas.

¿Por qué no renunciaron a la International Champions Cup? Simple, son los que hacen que el público mexicano deje algo de dólares en los estadios, recorriendo Estados Unidos como si fueran caravana circense, algo similar a lo que se presenta con la Selección Nacional en torneos como la Copa Oro.

Sin contar el partido pendiente contra el Atlético de Madrid —a jugarse mañana en el Globe Life Park, hogar de los Rangers de Texas de las Grandes Ligas—, hasta la fecha han generado entradas por 85 mil 763 aficionados, producto de cuatro partidos, dos que no tuvieron algo que ver con la International Champions Cup (River Plate y Boca Juniors) y el otro par que es parte de esta gira de pretemporada europea (Fiorentina y Benfica), con este equipo “colado” de México. Esto representa aproximadamente la generación de 10 millones de dólares. Por eso no dejan estos partidos.

Son un intento de mina de oro para organizadores y equipos populacheros, como el Guadalajara; esa es la razón por la que prefirieron seguir poniendo en riesgo su permanencia en la Primera División sobre haber tenido el valor de cancelar una gira que, desde su concepción, estuvo mal construida.

Parece que pagar 120 millones de pesos es lo más fácil para la mediocridad del futbol en este país, aunque tampoco es que hayan ganado mucho más por cinco miserables partidos amistosos en Estados Unidos. 

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