Cementerio de ilusiones

Roberto García Castañeda

OPINIÓN 10/07/2019 00:38 Roberto García Castañeda Actualizada 09:56

Con la llegada de Giovani dos Santos al América, más los regresos de jugadores como el ‘Pollo’ Briseño y Oswaldo Alanís a Chivas, se reconfirma que la Liga MX es una especie de cementerio de ilusiones. Porque aquí se vienen a sepultar los sueños de triunfar en el futbol europeo.

No son los primeros ni serán los últimos que se dejan endulzar el oído para volver a la comodidad del futbol tercermundista. Ya lo intentaron, ya le sufrieron en otras Ligas y no quieren padecerle más.

No todos son Andrés Guardado o Rafa Márquez o Hugo Sánchez ni Chucky Lozano. No todos tienen el temple, el orgullo, el talento o la necedad para mantenerse fieles a sus aspiraciones de triunfo.

La mayoría carecen de ese “extra” que pocos futbolistas mexicanos tienen. Y llámenle como quieran: suerte, huevos, seguridad, equilibrio, algo que no se vende ni se compra en tiendas departamentales.

Ahí está la fila de repatriados: los Kikín Fonseca, los Paco Palencia, aquel Javier Aquino o el siempre inestable Carlos Salcedo y el intermitente Marco Fabián. Ya ni hablemos del vergonzoso Gullit Peña o de los medianones Pablo Barrera y Alan Pulido. Ninguno aguantó vara. Y la lista da para más.

Todos regresan con el argumento de que “es un gran reto” o “no se le puede decir que ‘no’ a un grande” y demás lugares comunes. Pero la responsabilidad no es sólo suya, también tienen culpa los directivos que con base en sueldazos alientan la mediocridad.

Así que no esperen mucho de los “bombazos” del futbol mexicano. Y si Giovani dos Santos fracasa o la rompe en el América, sólo impactará a nivel mediático.

[email protected]

Comentarios