Cartera mata el verbo
Roberto García Castañeda
Urgido de recuperar el prestigio de las Chivas, el junior Amaury Vergara decidió hacerle caso a Ricardo Peláez y apostar por una reestructuración basada en refuerzos millonarios.
Ya comprobaron que la verborrea de los jugadores y técnicos que han desfilado por el club rojiblanco tras la salida de Matías Almeyda nomás sirve para darle atole con el dedo a los fanáticos.
Quedó claro que los discursos de José Cardozo y Tomás Boy, en el sentido de que estaban hechos para el reto de rescatar al Rebaño Sagrado, no correspondieron nunca con lo mostrado en la cancha.
Igual se dieron cuenta de que los refuerzos de medio pelo, como el Pollo Briseño, Alexis Vega, Raúl Gudiño o el veterano Oribe Peralta no resuelven gran cosa.
Así que, ya con su inminente quinto torneo en fila sin Liguilla, la directiva tapatía decidió que había que cambiar la fórmula y copiar las estrategias de los equipos “ricos”, como Tigres, América y Monterrey.
Pero no se ilusionen mucho. Aunque se habla de que Amaury Vergara invertirá 50 millones de dólares en refuerzos que elegirá Ricardo Peláez, el éxito no está garantizado.
Y es que el flamante director deportivo del chiverío ya implementó ese mismo plan en La
Máquina y fracasó, se quedó en la orilla. Romper con una inercia tan negativa es mucho más complicado que aquella máxima que dicta: verbo mata carita, pero cartera mata verbo y carita.
Habrá que ver si no le pasa a Chivas lo mismo que al Cruz Azul, que parecía el guapo de la película a base de billetazos, pero a la hora buena resultó que carecía de autoestima. Y eso, queridos técnicos de sofá, no se cura con antidepresivos.
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