Sospecho que mis primas 'venden la caricia'

Sospecho que mis primas 'venden la caricia'

(Foto: Archivo El Gráfico)

Sexo 19/10/2020 12:29 Actualizada 12:30
 

Sada,  La Rifada

Tengo una relación importante con el vecino de mi casa. Durante la pandemia, él ha sido el único que me ha curado la ansiedad. A mi familia no se lo cuento, porque mi hermana no estaría de acuerdo en que yo me haya conseguido un amante casado, ella no entiende que así es perfecto, no lo quiero en mi vida, lo quiero en mi cama, ¿estoy mal?

Ese tipo de travesuras no las comparte quien no tiene los mismos calores y valores. En efecto, hay gente que necesita de un cobijo de intimidad cuando la incertidumbre crece. Este año ha sido muy diferente para todos nosotros, lo importante es complementar lo que necesitas y tratar de estar de pie. Tu hermana no tiene por qué entenderlo, ni tú por qué contarlo.

 

Jonás, el que quiere más

Desde que mi marido perdió firmeza en su erección, las cosas han cambiado mucho. Primero, ya no le gusta ir a fiestas gay, a las que íbamos con frecuencia; ahora me acusa de coqueto y cuando trato de hablar del tema, se enoja porque dice que no hago más que hacer evidente su problema. ¿Cómo hacerle para presionar un poco menos y tener más sexo?

Es natural sentir que el mundo se cae cuando la firmeza de la erección no es la misma; sin embargo, no debe de ser el fin del mundo. Las ganas y la confianza en uno mismo van ligadas a la historia personal de cada uno. Hay muchas formas de darse amor, la erección no es indispensable.

 

Dada, La Tardada

Me cuesta mucho llegar a un orgasmo y mi novio se desespera. Me dice que ya no sabe cómo hacerle, que no le gusta que yo me tarde tanto, que algo está mal conmigo, que quizás soy frígida y que nunca le había pasado algo así con otra mujer. ¿Verdad que presionarme no es bueno?

Hablar así de tu sexualidad es una manera perfecta de apagar el fuego. No lo permitas.  Si te apresuran y te regañan desaparecen las ganas. El sexo toma tiempo, no te dejes tocar por un hombre que te apura, te maltrata y te habla feo. Experimenta en la soledad y ve si te tardas igual, conoce tu cuerpo y tus ganas.

 

 Ada, La Paralizada

Tengo a mi familia en Campeche y desde que empezó la pandemia, me he querido ir para allá, pero mi marido no quiere. He pensado muchas veces en irme unos meses con los niños y retomar lo que era mi vida allá. Quiero que nos vayamos juntos, pero mi esposo se quiere quedar y sus miedos se enredan con mis miedos, pierdo seguridad y simplemente no me he podido ir. Ya son muchos meses y sigo aquí, ¿por qué no puedo hacer lo que verdaderamente quiero en la vida?

Sucede que para moverse y actuar se requiere de una voluntad sostenida. Si la voluntad no es constante y firme, se derrumba el deseo y caemos en la parálisis, que es un estado aparentemente resuelto, pero muy insatisfactorio. Muchas personas se pasan la vida lidiando con sus miedos y las aparentes comodidades que una persona le da. Haz una lista de las razones para irte y de las razones por las que quieres quedarte, toma una decisión y actúa en consecuencia.

 

Prado, El Considerado

Mis primas están viviendo juntas en la casa de mi tía, que está muy enferma. Cada que paso cerca, veo autos estacionados de marcas caras y luces prendidas en diferentes cuartos, a veces imagino que como se quedaron   dos sin trabajo y las otras dos quebraron, están recurriendo a la prostitución para mantener la casa. No es de mi incumbencia lo que hagan mis primas, pero me daría pena que mi tía se enfermara de Covid por los encuentros. ¿Debería acercarme a la familia?

Si te vas a acercar a juzgar, no lo hagas. Quédate en tu trinchera y no te acerques. Si las quieres y puedes ayudar, te recomiendo que te acerques de a poco, escucha y entiende lo que hacen para ayudar a tu tía y ayudarse ellas mismas. Las familias son la red, el engrane que hace caminar a un ser humano o la peor de las desgracias. 

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