Por Covid, me quiero llevar a mi novia al campo

Riño, El Desidiño

Me quiero ir al campo con mi novia, pero ella insiste en que quiere quedarse en la ciudad con su familia. Sólo de pensar en la jornada de trabajo que yo tenía antes de la pandemia, odio la ciudad,  me asusta que esta situación del Covid termine y yo vuelva a mi chamba habitual. ¿Quién querría volver al tráfico y al mal comer? ¿quién quiere desperdiciar la vida en transporte apretado e incómodo? Si ella quiere eso, yo ya no. ¿Son esas las decisiones que apartan a las personas, a pesar del amor que las une?

Greño, El Hogareño

Desde que empezó la pandemia perdí mi trabajo, me metí a manejar un Uber, pero me la pasaba por toda la ciudad y obvio esta situación hizo que no jale, así que me convertí en amo de casa. Mi mujer sigue en la chamba, porque la agencia de coches no cerró y no ha parado de trabajar. Llegó a nuestra vida una estabilidad nueva. Nunca hubiera imaginado que ella sería la proveedora y yo el que la espere en casa; pero estoy más feliz que nunca cuidando al perro, cocinando y resanando detalles. Ya entendí muchas cosas. Ahora, valoro más a mi pareja. 

Qué bueno que hayas encontrado el lado amable de la vida en plena crisis. Esas son de las oportunidades que llegan cuando uno tiene disposición para ser útil y agradecido. Cuando uno es creativo e inteligente. Todos podemos ayudarnos, el secreto está en agradecer y no exigir, en dar y recibir con armonía.

Rita, La Suegrita

Mi hijo salió con que tiene novia. Nunca me había imaginado que a mitad de la pandemia iba a conocer a la que él dice ser, el amor de su vida. Quiere que la conozca, pero yo no estoy con ganas de conocer a nadie. Entre que he subido algunos kilos y me estoy dejando las canas; entre que no me siento bien de salud y este chamaco se la pasa visitando a la novia en lugar de ayudar en la casa. La pandemia es cosa seria, pero él no entiende. ¿Cómo le explico?

Si es la primera novia que le conoces a tu hijo, si lo ves contento con pandemia o sin pandemia, te aconsejo que agradezcas que te invita a formar parte de su vida. Sé amorosa, piensa en los demás y no sólo en ti. Dale a tu hijo apoyo.

Tico,  El Romántico

Fue cuando bajé las escaleras que me encontré en la planta baja con una morra paralizada. La tomé de la mano y caminó conmigo  para salir del edificio. Cuando abrimos los ojos, nuestros tapabocas estaban pegados uno al otro y nuestras manos sobre su corazón. Cómo decirlo, tuvimos un momento nuestro. En eso, se disculpó, me disculpé y desapareció de entre la gente. Me subí a mi cuarto donde he vivido solo durante tres meses y comencé a llorar. Añoraba tanto estar así... cerca... cerquitita de alguien.

Qué regalo tan grato te trajo el temblor y qué sensible te ha vuelto la pandemia. Yo creo que añorabas un encuentro así, fuiste afortunado de disfrutarlo.