Mi hijo de 16 me descubrió el rico vibrador que escondo

caliente por saber sexo sexualidad

(Foto: Archivo, El Gráfico)

ZONA G 26/08/2019 05:59 Actualizada 15:00
 

>>Socialmente parezco varonil por mi melena larga, mi estatura y mis músculos; juego fut, pero como tengo un miembro pequeño para mi estatura me ha dado complejo bañarme en los casilleros con mis demás compañeros; me gustaría ser más seguro de mí mismo, pero la tengo casi del tamaño de mi dedo meñique. Sí, la tengo chica y flaca, no puedo cambiar. 

Nada. Guarda en tu pantalón el secreto y deja que la vida siga; ya conocerás a la mujer que se haga cargo de satisfacer tu popotito y encontrará la forma de divertirse contigo por encima de esto que platicas; no te descubras cuando no te sientas cómodo y no le des la fuerza de tu personalidad a tu miembro.

>>Cada que terminamos de hacer el amor, mi marido se pone a jugar con su celular. No me dice: “Qué rico estuvo” o “te quiero chiquita linda”. Nada. Se voltea a jugar y se escabulle dentro de ese mundo donde gana puntos y pierde tiempo; donde yo dejo de existir y me hago bolita entre las sábanas, entonces, me duermo sola y me siento frustrada, me duermo triste y él no se entera.

Es muy importante decir lo que sientes y dejar de ser víctima, porque eso no te va a servir de nada. Si no te sientes satisfecha en la intimidad debes romper el silencio y encontrar maneras y secretos juntos.

>>Guardo un vibrador hasta atrás de mi cajón cerca de la cama, es un escondite cómodo, pero no infalible; el otro día me lo cachó mi hijo de 16 y se quedó helado; le dije que fue un regalo de broma que me hicieron mis amigas hace mucho. Él lo quiso tirar a la basura, pero lo detuve. Me quedé con la duda de si hubiera sido mejor decirle que es muy normal tener juguetes sexuales. ¿Qué piensas?

Hay edades y personas para todo. Los 16 es buena para hablar de sexo, pero no para decirle a tu hijo que te masturbas; vamos es demasiada información. Es importante ser sincera, volverte confiable y sensata, pero la intimidad es uno de los grandes deleites del sexo; decirlo todo no es necesario a menos que te lo pregunten directamente.

>>La hija de mi segundo marido tiene 14 años y me trata mal. Llega a casa y mal come, no recoge, pone caras, deja su cuarto sin asear. No saluda, es grosera y mi esposo lo permite porque justifica que su chavita está pasando por un mal momento y me dice que eso va a cambiar conforme la niña crezca. Y bueno, a mí me da igual la edad, el peso o la situación, he dicho que si la niña no es amable y colaboradora en casa, no puede venir; que pasen fuera sus fines de semana juntos, no la quiero en casa. ¡Basta! A mí esta situación me ha funcionado, pero él está enojado y no tenemos sexo desde que tomé esa decisión. ¿Estoy mal o estoy bien?

Tienes derecho de poner tus reglas. Una niña que aprende a ser grosera se vuelve una pesadilla. Nada justifica la mala educación. Tu nuevo marido tiene que aprender a educar a su hija. Me parece que sería bueno buscar tener una persona que los escuche a los dos, (un psicólogo) para que vuelvan a poder tener la paz que se necesita en la convivencia del día a día y además para volver a tener una relación sexual sabrosa.

>>Mi marido se mete mucho en la vida de mis hermanas y yo creo que él no tiene por qué opinar; más bien trata de controlar lo que yo pienso y a veces quedo hecha una idiota frente a la gente, porque él dice que conmigo no se puede hablar de nada. Antes no era así, es como si tuviera adentro algo que le molesta mucho. No sé cómo expresarlo, pero me irrita y me insulta. ¿Qué puedo hacer?

Las agresiones verbales y los insultos son violencia. Muchas vences la frustración o la tensión laboral y económica lleva a ciertas personas a ser violentos, pero no debes de aguantarlo. La violencia crece cuando la permites. 

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