Mi amiga me contó algo que me puso cachonda

Mi amiga me contó algo que me puso cachonda

(Foto: Archivo El Gráfico)

Sexo 25/05/2020 17:13 Actualizada 23:25
 

Ida, La Divertida

Ando caliente con lo que me contó con mi amiga Ofelia. Se compró un disfraz de mucama cachonda y cada que se pone a hacer limpieza se disfraza. Dice que su hombre se vuelve loco y la corretea, que juegan... y que él termina metiendo su cosita por todas sus partes. No sé si deba jugar con mi pareja yo también y dejar de soñar que me divierto.

Juega, claro que sí. La creatividad es la que nos salva de estas situaciones, la diversión, las ganas de reír y de sentirse plena.

Dora, La Disimuladora

Discutimos. Comenzó a gritarme que soy yo la que le ha hecho tomar malas decisiones. Gritó. Me asusté... no pensé nunca que me iba a dar tanto miedo su enojo; se fue de la casa y no ha vuelto desde entonces. Ahora me encuentro sola. Ya pasaron tres semanas desde que se fue. El silencio y la soledad me han hecho meditar, casi a fuerzas. No se lo he contado a nadie, sólo hablo con mi madre y para no dar explicaciones prefiero decirle que Santiago y yo seguimos juntos, que todo por mi casa está bien, creo que así es mejor.

Reconstruye tu persona poco a poco. No bajes la guardia. A nadie tienes que darle explicaciones. Respira hondo y no tomes decisiones rápidas. Y decide qué quieres.

FerNado, El AfortuNado

Llegué a casa de mamá hace seis días. Me cubrí de cloro y gel de alcohol y la abracé llorando. Hablar con ella por teléfono no ha sido fácil con su problema de sordera y fue su vecina nueva quien me llamó, porque vio a mi madre un poco perdida. Su sordera me está volviendo loco, me ha hecho repensar en su soledad y trabajar mi paciencia. Pero la vecina nueva ha sido una luz  y cuando mi madre duerme, nosotros tomamos vino. Mi familia está en Zacatecas y yo cuidando a mi mamá y siendo infiel. No sé si es un regalo o una tentación, ¿qué será?

No lo sé tampoco. Soy partidaria de vivir y acomodar los sucesos en un lugar apropiado. Si lo manejas bien, puede ser un gran regalo, una historia bella dentro de toda esta locura. 

Ido, El Sentido

Me sentía cansado y estresado desde que mi esposa propuso que me fuera de la casa. Me fui a casa de mi hermana y ahí encontré paz. Mi mujer es la estable, la proveedora, la que gana el sustento; yo en cambio, siempre he sido un loco sin horarios, que saca dinerito de una chamba o de otra. Llegó la pandemia y mi mujer me pidió que me encargue de los niños en lo que ella trabaja. Por fin me necesita, pensé. Me siento dichoso de estar con mis hijos. Ella ahora me fastidia y hasta puedo decir que me cae gorda su insistencia, ya quiere tenerme de vuelta en su cama, pero ella me corrió. No se había dado cuenta de que yo sí valgo. No sé si volver con ella o mantenerme lejos. ¿Qué harías tú?

Muchas parejas están encontrando paz viviendo separadas. No enojadas, ni divorciadas, sólo con la sana distancia. La cotidianidad es difícil. El espacio es un lujo que si te puedes dar, no dudes en hacerlo. Te recomiendo que no tomes decisiones definitivas. Evalúa qué te gusta de tu familia y qué no. Fluye. ¿Qué necesitas? ¿Qué quieres?  

Dora, La Observadora

Odio levantar la cocina sin ayuda de mi familia; lo hice toda la vida en casa de mi mamá, toda la vida. Desde que propuse que limpiemos la cocina antes de sentarnos a comer, me ha funcionado muy bien. Con hambre se facilita la ayuda, cuando terminamos de cenar, cada uno lava su plato y sus cubiertos. Es como ganarse la cena antes de que te la sirvan.

Es verdad. Levantar la cocina con la panza llena es  mucho  muy pesado. Se vuelve divertido si se hace a varias manos. Antes de comer es una muy buena opción, sigue así.

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