Atún, veganismo forzado

LEO AGUSTO

OPINIÓN 06/03/2019 08:43 LEO AGUSTO Actualizada 08:43

El atún es el ceviche del centro de México, un alimento alto en proteína y de precio accesible en sus presentaciones en lata y sobremetalizado; muy socorrido en días de cuaresma, como el miércoles de ceniza, pero el afán de las compañías por ofrecer productos que el consumidor pueda pagar, deja en segundo plano la calidad. 

La Profeco presentó un estudio de calidad donde algunas presentaciones “económicas” de las marcas de atún como Great Value, Dolores, Ancla, Chedraui, Ke! Precio, El Dorado y Calmex incluyen porcentajes de soya que van del 6 al 62%. En total, 18 de 57 presentaciones analizadas traen premio vegano.

Quizá con un poco de alquimia de mercadeo podría convertirse en un éxito en el segmento hipster, pero el atún es consumido principalmente por la población con menor poder adquisitivo, que paga por atún y confía en que comerá atún. Los consumidores tienen derecho a saber qué clase de alimentos están consumiendo y no asumir que las escamas de pescado van por cortesía de la casa. Usted puede consultar el estudio completo en el siguiente enlace electrónico https://goo.gl/vbMQef 

En México, muy pronto nos ha alcanzado el equivalente al “compuesto” de la Cuba castrista, cuando Fidel diezmó el ganado de la isla y comenzó a mezclar la carne con soya; pero no crea usted que es una coincidencia más con la cuarta transformación.

Las marcas informaron, es un decir, desde hace tiempo en su etiquetado que el “atún” contenía soya con la trampa de no indicar el porcentaje contenido en la masa drenada, que en el caso de la marca propia de Aurrera alcanza el 62% de esa proteína vegetal llamada soya. A Mamá Lucha no le va a gustar esto. Sin embargo, esta situación también es consecuencia de una observación laxa de la NOM por parte de Profeco en el sexenio anterior, especialmente en las normas oficiales de envasado y etiquetado del atún, cuya normatividad, aunque de 1994, es más estricta en el papel por aquello de que nuestros vecinos del norte se quejaban y vetaban al atún mexicano porque, según ellos, también contenía aleta de delfín.

La corrupción ya alcanzó a nuestra ensalada de emergencia. Los atuneros tienen que ponerse en orden especialmente con el etiquetado y cumplir con la norma, antes de que los consumidores comiencen a boicotear a las marcas tramposas. 

Radar de lo absurdo. El gobernador de Guerrero aguanta los abucheos de las huestes presidenciales, pero no aguantó que durante una transmisión en redes sociales una joven funcionaria, especialista en comunicación digital, le colocara filtros de gatito (una suerte de maquillaje digital), al gobernardor Héctor Astudillo. Al final, una joven que le dio más publicidad a su jefe que todos los spots del año, terminó sin trabajo. Miau. 

Bitácora de los Ángeles del Gordo. Que Ricardo Anaya es más inocente que Pepe ‘El Toro’. La Fiscalía no tuvo las pruebas necesarias para consignar el caso ante un juez. Una vez perdida la campaña presidencial, usted disculpe. Ahora le dirán Ricky Riquín ExCanayín. 

@LeoAgusto

Comentarios