Asesinato en Temixco

COLUMNA INVITADA

OPINIÓN 26/05/2020 12:06 COLUMNA INVITADA Actualizada 12:07

POR HÉCTOR DE MAULEÓN

No hubo robo. Los sicarios fueron directamente a matar al extitular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda, Alfonso Isaac Gamboa Lozano, implicado en una investigación de desvío de recursos por más de 250 millones de pesos.

En la tarde del pasado jueves 21 de mayo, cerca las 16:00 horas, el C5 recibió el reporte de vecinos del fraccionamiento Las Brisas, en Temixco, Morelos: se habían escuchado varias detonaciones. Elementos de la Policía Morelos acudieron a la calle Brisas del Pacífico. Según el parte, “visualizaron a varias personas con lesiones”. Se trataba de dos mujeres y tres hombres. 

Las paramédicos informaron que ninguno presentaba ya signos de vida. La mayor parte los cuerpos se hallaba en la zona de comedor del jardín. 

Los datos indicaron que cuatro hombres encapuchados irrumpieron en el domicilio desde un terreno baldío. Al menos dos de ellos portaban armas cortas. Según las autoridades de Morelos, huyeron del fraccionamiento en un Renault Clío de color azul, con placas NEB 85-48.

El vehículo fue abandonado en el kilómetro 84 de la carretera México-Acapulco. Aunque procede del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, carece de reporte de robo.

Las autoridades identificaron a las víctimas del multihomicidio. Se trataba del exfuncionario de la Secretaría de Hacienda, de 39 años; de la madre de este, de 60, y de tres de sus hermanos (44, 43 y 37).

Entre 2012 y 2018, Gamboa Lozano fue titular de la unidad que, entre otras muchas cosas, formula las políticas de gasto público federal, controla la dispersión de recursos a los estados y determina, en fin, toda asignación que involucre recursos públicos presupuestarios —incluidos, por cierto, “fideicomisos, mandatos y actos análogos”.

Entre 2017 y 2018 se revelaron los detalles de la llamada “Operación Safiro” (así, con “S”), que involucró el desvío de más de 650 millones de pesos de la Federación para las campañas del PRI.

Según la información publicada en esos días —curioso, dada a conocer por The New York Times y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, entre otros cómplices de los conservadores—, desde la Secretaría de Hacienda, a cuyo frente estaba Luis Videgaray, se había diseñado un mecanismo para desviar dinero a 12 empresas fantasma, que luego hicieron llegar estos recursos al PRI de Manlio Fabio Beltrones.

De dicha cantidad, más de 250 millones destinados a Chihuahua fueron desviados, señala la investigación, en contubernio con el gobernador César Duarte.

En enero de 2018, Alfonso Isaac Gamboa Lozano fue señalado por testigos de la fiscalía de Chihuahua como uno de los artífices de esta operación. 

El presunto encargado de triangular los recursos de la “Operación Safiro” fue asesinado el jueves al lado de su madre y de sus hermanos. No podrá ya decir lo que supo.

Tal vez el móvil de este crimen se conocerá después. Inevitablemente, sin embargo, su muerte removerá las aguas de una investigación que toca a la plana mayor del priismo (Beltrones, Videgaray, los gobernadores Egidio Torre, César y Javier Duarte, entre otros) y que el limbo del cambio de gobierno terminó arrimando al olvido. 

 

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