El 2020 ha sido un año sumamente difícil para la televisión en términos económicos y sociales; entre la pandemia, la crisis de las marcas, la restricción de recursos federales (patrocinios, fideicomisos etc) y las bajas ganancias al monetizar, todos se han tenido que replantear cómo enfrentarán la crisis de los próximos meses.

Los modelos económicos de estos medios exigen replantear contenidos y funciones de sus empleados, mucha gente de la producción en televisión (técnicos, actores, coordinadores, etc.) se ha quedado sin empleo, otros más han duplicado esfuerzos y sacrificado salarios para sacar adelante a los medios en los que trabajan.

No ha sido nada fácil para nadie esta crisis; sin embargo, el entretenimiento ha sido una ventana importante para socialmente distraer a la audiencia y darle, en medio de una catastrófica pandemia, alternativas para distraerse y eso, en gran parte se debe al ánimo de muchos empresarios de los medios de no dejar de producir, sin que esto signifique que la crisis no alcanzó despiadadamente a muchos.

Así sucedió en Argos, una empresa productora de contenidos de televisión que ha notificado a su personal que cerrará operaciones y que el año entrante replanteará su intervención en la generación de contenidos, dejando ‘a la mano de Dios’ a cientos de profesionales que dependían del emporio televisivo.

La creadora de productos como ‘Ingobernable’, durante muchos años se dedicó a maquilar contenidos a la cadena Telemundo —principalmente—; sin embargo, desde que esta comenzó a operar de manera independiente en México, la productora propiedad de Epigmenio Ibarra comenzó a tener serias complicaciones en el rubro.

Pero esta crisis no es ocasionada por los clientes desertores, también la mala administración y plazos de hasta 60 días para que cobren los proveedores, actores y extras han propiciado que el vuelo de Argos tenga turbulencias, sin olvidar el maltrato a muchos de sus trabajadores, incluso en el pico más alto de la pandemia.

Hasta el momento, sólo algunos de los colaboradores de alto nivel han sido convocados para darle continuidad al proyecto de Argos, que cambiaría de razón social el año entrante. El resto, sin explicación alguna y lejos de la mano de Dios, se está agrupando en otras productoras para sacar adelante el remanente de algunas piezas que Argos no logró concluir para algunos clientes, lo hacen desesperanzados, pues sencillamente no saben de qué vivirán en los próximos tres meses. Nos leemos la próxima aquí, donde quizá hablemos de ti.