Víctima de violencia doméstica empeña computadora y se queda sin estudiar en la CDMX

Al entregar su computadora y su celular, Leslye Marilym Nieto León de la Barra pensó en su hija Melody, en su mamá y en escapar de la violencia intrafamiliar en que se encontraba, luego de que su esposo y su suegra la molieron a golpes.

Mientras empeñaba su equipo, olvidó que con su computadora tomaba sus clases por Zoom, se comunicaba con sus maestros y entregaba tareas para pasar al noveno semestre de la Licenciatura en Derecho, el último que le falta. Pero lo importante era escapar.

La joven, su madre y la niña salieron con lo que traían puesto o casi, porque, en el último momento, la joven de 23 años, alcanzó a tomar su laptop y teléfono. Sin dinero propio ni opciones, fue lo único que le quedó para empeñar; con los 4 mil 500 pesos que obtuvo, le compró leche a su hija y unos boletos de autobús.

Una vez a salvo, Marilym intentó recuperar su vida pero sin trabajo, computadora ni teléfono celular cada vez le era más difícil seguir con la escuela.

“Por mi situación, pensé en desertar pero uno de mis amigos de la facultad me pidió que no me rindiera y que me iba a ayudar”.

Leslye se sentía avergonzada, así es que inventaba pretextos para no tener que explicarles a sus maestros sus razones para no asistir a clases o de por qué entregaba las tareas tarde. Pero su vida dio un giro.

Una de sus amigas le habló del programa de donación de computadoras de la UAQ, su alma máter; habló por teléfono y se enteró de que por su situación y sus calificaciones podría recibir un equipo reacondicionado y donado, que le permitirá retomar sus clases.

“Estoy empezando desde cero. Ahora que me den mi computadora, me voy a ir a casa de mi amiga que me presta el internet, me quiero graduar, nada más me falta un semestre. Voy a poder tomar clases, hacer la tesis y titularme, eso representa una computadora para mí”.

EL DATO

SE MOCHAN Ante el riesgo de que aumente la deserción por efectos del Covid-19, universidades del país han iniciado campañas de donación de computadoras, tabletas y dinero para adquirir los materiales y apoyar a estudiantes. La UNAM busca juntar 3 mdp para este fin.