Tras el deslave, habitantes del Cerro del Chiquihuite piden estudios geológicos en la zona

ESTADO DE MÉXICO.- Urge un estudio geológico que dictamine el riesgo bajo el que vivimos, afirmó Rosa María González Herrera, quien hace 25 años fue presidenta del comité vecinal de Protección Civil de la colonia Lázaro Cárdenas, en Tlalnepantla, cuando dinamitaron “La Muela”.

En 1996, “La Muela” era como habitantes en las laderas del Chiquihuite llamaban a una piedra gigante de más de 200 toneladas que pendía de las peñas del Cerro. Era de un tamaño mayor a la que cayó durante el derrumbe del pasado 10 de septiembre.

Si “La Muela” caía podía rodar a lo largo de casi 2 kilómetros por toda la colonia, quizá hasta llegar al mercado, relató Rosa María de ahora 72 años, quien ante el riesgo conformó el comité con sus vecinos.

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Fue en marzo de 1996 —siendo alcalde Arturo Ugalde Meneses— cuando lograron que expertos en el manejo de explosivos canteros de Zacatecas y Guanajuato derribaran la roca de forma controlada, con “un trabajo fino, hermoso” que no generó derrumbes, recordó la mujer.