“Bienvenido a tu fiesta, estás listo”

Sobrevivió a fatal accidente que lo dejó cuandrapléjico y escribió un libro con el pulgar

Aquél día decidió ir a ver a su hermano, pero una carambola de autos lo dejó con un cinco por ciento de probabilidades de vivir

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(Foto: Archivo El Gráfico)

Al día 14/10/2019 18:36 Xavier Omaña Actualizada 18:38
 

CUERNAVACA.— Tras su accidente que lo dejó sin posibilidades de vida, en coma y luego cuadrapléjico, Javier Nava escribió un libro con la única extremidad que podía mover: su dedo pulgar.

Con ayuda de un celular, el licenciado en Administración de Empresas, quiso contar su historia de cuando en 2012, a sus 35 años, sufrió un accidente automovilístico, sobrevivió pese a todo diagnóstico y, asegura, pudo hablar con Dios. 

Todo comenzó en diciembre de 2012, cuando al salir de su trabajo, decidió visitar a uno de sus hermanos en Temixco, antes de regresar a su casa en la colonia Lomas de Cortés en Cuernavaca.

“Era fin de semana en temporada de vacaciones, en la autopista había muchos autos. Al salir del trabajo decido pasar con un hermano en lo que bajaba el tráfico”, cuenta.

Cuando salió para dirigirse a su casa, abordó su auto y condujo por la México-Acapulco, pero en el trayecto ocurrió el incidente. “Iba despacio, con precaución, para mi sorpresa acababa de pasar un accidente y el coche de enfrente, frena y choca, se hizo una carambola y traté esquivarla, pero ya era demasiado tarde, en un parpadeo ya tenía una camioneta atrás de mí”, cuenta.

Javier perdió el conocimiento y despertó cuando ya estaba en la clínica del IMSS de la avenida Plan de Ayala; con la médula partida, pudo decir el número telefónico de sus papás y su hermano. Sin embargo, volvió a perder el conocimiento y cuando regresó en sí, ya estaba en un hospital en el Estado de México, en donde los médicos le dijeron a sus padres que no había muchas esperanzas.

“Les dijeron que las probabilidades de éxito en la operación eran de 5%, pero la última palabra la tenía Dios”, expresa.

Javier sobrevivió a la intervención, pero un mes después sufrió un paro cardiorrespiratorio que lo dejó en coma cinco meses y fue entonces que mientras estaba “dormido” pudo ver a Dios, quien le dijo: “Bienvenido a tu fiesta”, aunque después le explicó que aún no era su momento.

Asegura que despertó en el momento en el que los doctores le notificaron a su familia que ya había pasado demasiado tiempo y que debía ser desconectado.

EN MEDIO AÑO. Sólo podía mover los ojos, pues quedó cuadrapléjico. Ya en casa, su tía, que es enfermera, lo ayudó a rehabilitarse; con instrucción médica pudo recuperar movilidad de su cara y una mano. 

Ocupó todas las noches durante seis meses en escribir toda su historia, desde su niñez hasta el día del accidente y su recuperación que después plasmó en un libro titulado “Bienvenido a tu fiesta, estás listo”, que busca dar un mensaje a quienes atraviesan por una situación difícil, no sólo por un accidente, para que no se rindan y sigan adelante.

 

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