EN LA CIUDAD DE MÉXICO
San Juditas Tadeo me ayuda a salir de la cárcel cada que es su día, nos revela un asaltante
(Foto: Sergio Trejo, El Gráfico)
CIUDAD DE MÉXICO.- “Ni el pinche coronavirus pudo con nosotros, ¡estamos bendecidos desde que nacimos!”, gritó eufórico Kevin Alejandro, devoto de San Judas Tadeo y quien se formó más de cuatro horas para poder entrar ayer, 28 de octubre, a la Iglesia de San Hipólito.
El feligrés, quien todo el tiempo cargó una imagen del santo que medía 1.5 metros de altura, contó que en sus 35 años de vida nunca ha faltado a misa en esa fecha.
Lo han detenido por robo a mano armada y jura que San Judas Tadeo “le ha hecho el milagro”, pues justo antes de ese día queda en libertad por cualquier circunstancia y siempre viene a agradecer.
El año pasado no fue la excepción. Se contagió de Covid-19. Su abuela y dos de sus familiares murieron, pero él ni siquiera sintió la enfermedad.
“Estoy bendecido por San Judas, creo [que] soy su consentido y por eso siempre le vengo a agradecer”, explicó el exconvicto, quien luego se perdió entre la multitud que se concentró en las inmediaciones de la avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma.
Como es tradición, cada 28 de octubre, día de San Judas Tadeo, miles de fieles se congregaron en la Iglesia de San Hipólito. La romería ocupó gran parte de avenida Hidalgo, Reforma y llegó hasta Juárez.
Por la contingencia, aún en semáforo epidemiológico verde, los fieles entraron de 100 en 100 a escuchar la misa, entonces, la fila era kilométrica en los alrededores.
Los cohetes y la vendimia de playeras, pulseras, collares o figuras de ‘San Juditas’ abarrotaron el exterior, pero también las cervezas, “las monas preparadas” y el olor a mariguana se hicieron presentes, lo cual toleraron las autoridades.