Puente colgante de El Salado en Iztapalapa se abre y pandea; conductores y personas en peligro

CIUDAD DE MÉXICO.- El puente Amador Salazar, mejor conocido como el puente colgante de “El Salado” en Iztapalapa, ha resentido los sismos recientes, principalmente el del 19 de septiembre de 2017, y los trabajos de rehabilitación a los que ha sido sometido que no garantizan su estabilidad y amenazan su estructura principal.

Construido en el año 1991, como parte de las obras de infraestructura vial complementaria de la Línea A del STC Metro, es el más deteriorado de los seis puentes vehiculares que cruzan la Calzada Ignacio Zaragoza.

Edificado en un terreno fangoso del ex lago de Texcoco y con una gran cantidad de grietas subterráneas que parten la tierra desde el Peñón del Marqués (Peñon Viejo) hasta el municipio de Chalco, esta conexión ha tenido varias obras de restauración mayor tras los daños ocasionados por los recientes sismos que amenazaron con tumbarlo.

En el año 2009, del 16 al 22 de marzo, el puente fue sometido a una rehabilitación de ajuste, sin embargo, el 27 de marzo de 2015,  la Secretaria de Obras de la Ciudad de México decidió reforzarlo con una placa metálica de 40 centímetros en la unión principal, con la finalidad de brindarle mayor seguridad y estabilidad. En ambas ocasiones fue cerrado a la circulación vehicular.

Pero el pasado 19 de septiembre de 2017, la unión de las dos partes del puente se separó por lo que tuvo que ser rehabilitado de nueva cuenta para evitar un incidente mayor.

Cinco años después, con el temblor de este 19 de septiembre, la placa presenta una separación de al menos 10 centímetros con el pavimento lo que representa un peligro para automovilistas, ciclistas, motociclistas e incluso peatones que lo cruzan diariamente.

El Gráfico pudo obtener imágenes desde la parte superior del puente donde se observó cómo los conductores bajan la velocidad de sus unidades para pasar sin sufrir daño alguno. 

Al ser cuestionados, algunos peatones sin parar su marcha nos comentaron que no tienen miedo a cruzar. Incluso en años anteriores era usado como paso peatonal debido a que el Metro cerraba el acceso a su puente en horarios en los que no prestaba servicio. 

Fue a través del usuario de Twitter @limonarmando64 que se dio aviso a las autoridades de la alcaldía Iztapalapa y del Gobierno de la CDMX a revisar este puente, que los días miércoles es usado por miles de unidades principalmente de carga y transporte que llegan a abarrotar el famoso tianguis de “El Salado”. 

El puente vehicular de Amador Salazar es el último de los pasos vehiculares, con dirección a la salida a Puebla, que conectan Iztapalapa con las colonias limítrofes a Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.

Estas estructuras son sostenidas por cables de grueso calibre que amarran dos arcos de concreto a soportes de acero que evitan que se derrumben sobre la entrada más importante del oriente de la Ciudad de México y las vías del Metro Férreo.

(Fotos: Sergio Trejo, El Gráfico)

Aunque la de mayor tamaño y uso es la que une a las Avenidas Guelatao y Crisistomo Bonilla, a la altura del Metro Guelatao y que es la entrada principal a Ciudad Neza, el puente de Amador Salazar es el más deteriorado de todos.

Con tan solo dos carriles, proveniente del Pueblo Santa Martha Acatitla (Amador Salazar) cruza hacia la zona del Vaso Regulador de “El Salado” (Prolongación Octavio Paz) donde se asientan Unidades Habitacionales.

El puente colgante es vecino de la Unidad Habitacional Concordia Zaragoza cuyos edificios se vieron afectados severamente por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y que actualmente se encuentran en obras de rehabilitación del programa de reconstrucción de la Ciudad de México.