Noriteru Fukushima, embajador de Japón en México es como Christopher Landau

La presidencia de Donald Trump fue turbulenta para la relación entre México y Estados Unidos. Pero uno de los elementos que la hicieron llevadera fue la chispa y el interés de Christopher Landau, su embajador en nuestro país, por nuestras celebraciones, tradiciones y comida.

Durante los cuatro años del gobierno del republicano, tuit tras tuit, Landau no perdía oportunidad de hacer referencias sobre su gusto por los tacos, los esquites, lo tamales para el día de la Candelaria, su amor por la Virgen de Guadalupe, su gusto y el de su esposa por ir al mercado de Jamaica, por el Día de Muertos, las ofrendas y los chiles en nogada, cosas que todavía tuitea desde Maryland, donde vive y trabaja en su despacho como abogado en Washington DC.

Su popularidad lo llevó a acumular 172 mil seguidores en Twitter. Uno de ellos es el actual Embajador de Japón en nuestro país desde octubre de 2021, diplomático que también tiene gusto por mostrar su gusto por los tacos, los tamales y la vida callejera en la Ciudad de México.

Lo más curioso de su caso es que el embajador Noriteru Jaime Fukushima nació en la Ciudad de México, el 27 de agosto de 1958, cuando sus padres, empresarios, vivían en Polanco.

Él vivió sólo su primer año y medio de vida en la CDMX y volvió a Japón con su familia, pero las fotos que guardaron sus padres y las anécdotas y recuerdos le avivaron su interés y cariño por México, como ha comentado en algunas entrevistas.

Ayer, su figura fue muy vista en redes sociales, al hacerse viral que había salido desde temprano a comprar tortas de tamal para regalar a los transeúntes de Paseo de la Reforma porque, un mes atrás, el Día de los Reyes Magos le tocó el muñequito en la rosca.

Pero lo mismo ha presumido su gusto por los tacos, por la lucha libre (es muy aficionado y recientemente recibió a Mil Máscaras, uno de los peleadores mexicanos que fortalecieron la relación entre México y Japón por este deporte desde los años 70), por el futbol y, claro, los festejos por el Día de Muertos.

El 1 de noviembre fue maquillado como calavera, recorrió los puestos de flores de Nochebuena del tianguis que se montó en Reforma, e incluso fue a la megaofrenda del zócalo.

Como Landau, quiere imprimir un toque especial a su comunicación, siempre en perfecto español, con un tono desenfadado, buena onda y muy interesado en lo que ocurre en las calles de la ciudad. Incluso se atrevió a publicar una broma del Día de los Inocentes.

“Mis dos tweets anteriores son broma perdón Ahora debo decirles ‘Inocente Palomita’ pero no sé bien por qué se dice eso (es por paloma?)… #DiaDeLosInocentes es una divertida tradición”, publicó el diplomático, interesado en fortalecer las relaciones culturales y de negocios entre ambos países.

En su perfil profesional destaca que en mayo de 2000 se convirtió en director para América Latina en la Cancillería de su país, y a partir de ese momento su carrera se especializó en la región.

En 2003 y 2005, el diplomático de carrera fue ministro de la Embajada de Japón en México, de 2006 a 2010 estuvo en Italia y España, y en 2012 volvió a Latinoamérica como Cónsul en Sao Paulo, Brasil, después en Argentina y desde octubre de 2021 de nuevo en México como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Japón.