Mónica Ríos da serenatas en lenguaje de señas, para personas sordas en Edomex

Toluca, Estado de México.— Hablar con las manos no es tan sencillo como parece, cantar, menos, pero para quienes no pueden escuchar, Mónica Ríos hace un esfuerzo, sabe que tienen derecho a disfrutar de las metáforas y las emociones; por ello, con lenguaje de señas mexicanas transmite su pasión.

Tan pronto como escucha los acordes de la guitarra, cierra los ojos y deja que sean sus manos las que llenen de emoción a aquellos que no pueden escuchar una canción a causa de la pérdida de audición.

“El cantar con las manos implica también muchos retos porque no solamente se trata de ejecutar las señas, también se trata de sentirlas, de transmitirlas también y trabajar toda esta parte del lenguaje corporal para poder transmitir el sentimiento de la canción hacia la otra persona”, cuenta Mónica.

En el Estado de México, la pérdida de audición ocupa el tercer lugar en incidencia de discapacidades y si bien se puede detonar por algún padecimiento de nacimiento o congénito, también puede ser adquirida ya sea por el avance de la edad o algún accidente.

Es por ello, que Mónica dibuja con las manos sentimientos pero también se dedica a la enseñanza de personas con discapacidad, pues en una sociedad que se autodenomina “incluyente”, aún falta mucho para dejar de discriminar.

“Darle prioridad a la inclusión, pero a una inclusión verdadera, no solamente de palabra, sino que se lleve a cabo y que sea observable y palpable”, detalla Moni, quien en los últimos días de septiembre, celebra la Semana Internacional del Sordo.

VULNERABLES

Se calcula que, en 2050, más de 900 millones de personas —es decir, una de cada 10— sufrirá una pérdida de audición discapacitante. Por esa razón, resulta primordial que se refuerce el aprendizaje de la lengua de señas, pues a veces, para las personas sordas, preguntar dónde está el baño, pedir un vaso con agua o comprar un dulce en la tienda es imposible y los vulnera a la discriminación y rechazo.

EL DATO

La Federación Mundial de Sordos estima que existen 72 millones de individuos con esa limitación en el mundo, más del 80 por ciento de ellos vive en países en desarrollo y emplean más de 300 diferentes lenguas de señas.