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Micaela vive en Edomex y nos platica cómo el Covid-19 'despedazó' al buen trueque

Micaela vive en Edomex y nos platica cómo el Covid-19 'despedazó' al buen trueque

Micaela vive en Edomex y nos platica cómo el Covid-19 'despedazó' al buen trueque

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Al día 27/04/2020 18:47 Alma Ríos Actualizada 18:33
 

SANTIAGO TIANGUISTENCO.— Cada martes por la mañana el tianguis del trueque está abarrotado de personas que intercambian leña por productos de la canasta básica, que ya no pueden pagar, tras haber perdido su empleo debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19.

Esta semana, con la entrada de la Fase 3 y la suspensión de actividades en los tianguis el escenario para los truequeros es incierto.

Esta práctica prehispánica, que ha dado sustento a muchas familias por generaciones en el municipio de Santiago Tianguistenco, recobró fuerza debido a la pandemia.

El número de truequeros se duplicó en tres semanas, movidos por la penuria que les impide hacer confinamiento en casa.

Como nunca antes, mujeres y hombres se arrebatan las frutas y las verduras. La poca oferta de alimentos los orilla, incluso, a recibir aquello que llega en condiciones insalubres.

MUJER DE LEÑA

Por un kilo de azúcar un hombre le pide a Micaela Hermenegildo 120 piezas (palos) de madera, lo que para ella es injusto.

“Simplemente para subir a traer la leña muerta tenemos que conseguir un permiso hasta San Juan y corremos peligro de que nos vayan a agarrar los de Probosque. Luego llega una camioneta grande con fruta y verdura y la gente formada recibe una miseria por 400 palos”, dice.

La familia de Micaela apenas se está recuperando del sismo, que el 19 de septiembre del 2017 tiró las paredes de su casa en Santa Martha Ocuilan y ahora nuevamente enfrenta una crisis, esta vez sanitaria.

Hace más de un mes perdió su fuente de ingresos, debido a que ya no le permitieron vender gorditas en Cuernavaca.

Desde entonces 11 integrantes de su familia dependen únicamente del trueque para alimentarse.

“Aunque no nos convenga, no tenemos un sueldo, no tenemos un trabajo”, menciona.

Nuevos integrantes. “Yo soy campesino, pero hay que salir por la papa. Aquí hay mucha gente que antes no venía, como el hombre de allá, lo sé porque antes lo veía cuidando caballos”, platicó uno de los truequeros.

Ernestina Ortíz Peña, fundadora del Consejo Indígena del Trueque, refirió que aproximadamente 250 personas acuden al tianguis cada ocho días para conseguir productos de la canasta básica, muchas de ellas provenientes de los pueblos indígenas: otomí, tlahuica y nahua. 

Sin embargo, en los últimos tres martes, la cifra creció a 500, con aquellos que se quedaron sin un ingreso, debido al cierre temporal de las fábricas y la suspensión de actividades no esenciales.

A los truqueros les preocupa el aglomeramiento que los expone a contagiarse de coronavirus.

Ellos siguen esperando cubrebocas, gel antibacterial y el apoyo del gobierno de Tianguistenco, pero sobre todo que la gente lleve alimento en buenas condiciones para tener qué comer en la semana.

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