Medidas sanitarias contra Covid-19 se cumplen a medias, en los mercados de México

Los mercados del país, esos lugares llenos de olores a México, ya no son lo que eran. La pandemia los transformó. Sólo pocos, se ven con accesos controlados y olor a alcohol; pero en la mayoría, las buenas intenciones de locatarios se quedan en eso y los clientes hacen sus compras con el cubrebocas al cuello.

Desde la entrada al mercado López Mateos, el más grande de Cuernavaca, Morelos, comienza el riesgo de contagio. El comerciante encargado de poner gel en la mano a los clientes usa un cubrebocas que se quita de vez en vez por incómodo, los consumidores llegan sin protección y se molestan si se les pide ponérselo.

IMPOSIBLE SANA DISTANCIA

En el famoso mercado de San Juan, en Guadalajara —el más grande de AL—, pasa que es imposible la sana distancia. La estrechez de pasillos provoca encuentros cercanos entre personas. En Torreón, Coahuila, en el mercado Alianza la gente se amontona y, a lo mucho, la mitad de clientes y vendedores usan el protector.

En San Luis Potosí, Patricia Briones, con más de 30 años vendiendo fruta en el mercado República, está más preocupada por que no se le vayan los clientes que hacen fila sin sana distancia ni cubrebocas. En Tabasco, la recomendación es: “Si vas al mercado Pino Suárez no te acerques donde venden pollo y pescado, porque se dieron contagios”, y sólo reabrieron unos 500 de 1200.