LA META ES PARA 2024
Los microbuses que Claudia Sheinbaum ya no quiere, esto es lo que sucederá en CDMX
Los microbuses que Claudia Sheinbaum ya no quiere, esto es lo que sucederá en CDMX (Foto: Germán Espinoza | El Gráfico)
El Gobierno de la CDMX, con apoyo de Nacional Financiera (Nafin), busca acelerar el proceso de sustitución de los 3 mil 300 microbuses que aún circulan en la capital del país con mil 800 millones de pesos para bonos de chatarrización, créditos financieros a una tasa accesible y adelantar la revisión física y documental de las unidades.
El objetivo, de acuerdo a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, es que ya no haya circulando ‘micros’, de color gris con verde, para el año 2025.
En conferencia de prensa, la mandataria explicó que cuando llegó al gobierno había 5 mil 800 microbuses, de los cuales 2 mil 485 ya tienen bono para chatarrización —a cada concesionario se le da 450 mil pesos por su vehículo y así pueda dar el enganche de una nueva unidad—, y la mayoría de ellos ya fueron destruidos y sustituidos por camiones, por lo que la meta es acabar con los restantes ‘micros’ durante 2023 y 2024.
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Recordó que tienen firmado un convenio con Nafin para acceder a créditos -con intereses bajos, tasa del 12.60% y un plazo de cinco años- para comprar unidades nuevas, y capacitación para la conformación de empresas.
“Entonces con esto podemos decir que tenemos todo para poder sustituir todos los microbuses de la CDMX entre 2023 y 2024”, aseveró.
El secretario de Movilidad, Andrés Lajous, comentó que las próximas rutas a chatarrizar serán: Eje 8, Centro Histórico, Zaragoza-Neza, Pedregales de Coyoacán, Tlalpan Centro, Azcapotzalco, GAM-Centro, Iztacalco-Neza, Xochimilco-Centro y Avenida Tláhuac.
Detalló que además del presupuesto de mil 800 mdp, también adelantarán la revisión física y documental de las unidades, un sondeo con Nafin para obtener mejores precios, la conformación e integración de empresas y la entrega de los bonos de chatarrización al fabricante.
Con ello, previó que habrá unidades nuevas con GPS, cámaras, choferes profesionalizados, con salarios y prestaciones; operación regular en paradas y horarios establecidos; y, por supuesto, Tarjeta de Movilidad.
