La violencia las unió, ahora Karla y Daniela caminan y gritan juntas para exigir justicia

Hace un año, Karla y Daniela, forjaron una hermandad que durará para siempre. Desafortunadamente, la violencia y sus exigencias del día a día para encerrar a sus agresores fue lo que las unió.

Desde entonces caminan juntas, de la mano y con la mirada en alto, esperando el momento en que esos días, meses y años que vivieron de terror por culpa de un hombre que las golpeaba y las amenazaba, además de las interminables horas de espera en las salas de los ministerios públicos de la Ciudad de México, rindan frutos para ser libres y continuar con sus vidas.

Ambas son madres, Karla, de un varón de dos años, y Daniela de una pequeñita de la misma edad.

Sin embargo, antes de conectar sus caminos, fueron parejas de dos sujetos, quienes ahora esperan a ser sentenciados por violencia intrafamiliar.

Anteriormente, ninguna estaba relacionada con los movimientos feministas, ni con las marchas de protesta para exigir el cese de esta otra pandemia. Fue hasta después de vivir el tormento de ser golpeadas y humilladas que decidieron no callar más y alzar la voz, también por todas aquellas que han sido parte de una situación similar y por todas aquellas que nunca más volverán.

HASTA EL FINAL. En el caso de Daniela, existen cinco carpetas de investigación por violencia familiar en contra de su agresor, quien también es padre de la menor. Una de éstas ya lo tienen tras las rejas, pero Daniela aún espera la cumplimentación de las otras cuatro, pues aún teme por su vida, la de su hija y la de sus padres, quienes también fueron agredidos y amenazados por su ex pareja.

RECOBRAN SEGURIDAD. Fue por ello que, en 2020, decidió acudir por primera vez a la marcha del 8M, en donde sintió esa fuerza y esa seguridad para seguir adelante, además de que encontró en muchas otras víctimas un apoyo incondicional que ni las mismas autoridades le han podido proporcionar.

Algo muy similar ocurrió con Karla, en su caso existen el mismo número de carpetas de investigación, por el mismo delito, en contra de su ex marido, padre del menor, el cual se encuentra en prisión preventiva en el Reclusorio Norte.

Ella aseguró que, más allá de esperar este 8M por algo tan importante como lo es participar en la marcha en compañía de su amiga Daniela y exigir justicia por todas esas mujeres violentadas y asesinadas, ansía que este mismo día, la audiencia en la que se definirá la vinculación a proceso de su agresor falle a su favor.

Pese a la contingencia sanitaria por Covid-19, Karla y Daniela afirman que para este día caminarán y gritarán sin miedo alguno, quizás, únicamente al contagio de la enfermedad, sin embargo, sus expectativas son grandes, pues se sienten positivas de que sus exigencias se cumplan.