EN VARIOS ESTADOS
Kilo de tortilla se vende en diferentes precios en México, va de los 14 a los 23 pesos
(Foto: Xavier Omaña, El Gráfico)
Por Xavier Omaña y Yara Silva.
En varias zonas del país el incremento al precio en el kilo de tortilla mantiene preocupados a los productores de este alimento, al igual que a las familias mexicanas, quienes tienen que pagar hasta 20 pesos por un kilo.
Aunque en la Ciudad de México y en la zona conurbada del Estado de México, los precios se mantienen en 14 pesos, hay zonas en las que los tortilleros la venden en un rango que oscila entre los 18 y 19 pesos.
Sin embargo, en suelo mexiquense la situación es diferente; por ejemplo, se reporta que en los barrios residenciales de Atizapán de Zaragoza, el kilo de tortilla se vende hasta en 20 pesos, mientras que en la zona popular el precio es de 18, “al aumentar su valor la gente deja de comprar el producto”, dicen productores.
Algunos tortilleros, consultados por EL GRÁFICO, advirtieron que si los insumos como el maíz, el gas y la harina no bajan, el kilo llegará a 23 pesos, incluso superará ese tope.
En provincia, la situación no es diferente, pues Morelos, Cuernavaca y Ocotepec fueron de las primeras en elevar el precio del kilogramo de tortillas hasta en 23 pesos desde mayo pasado; luego, siguieron otros municipios como Jojutla que, a finales de junio, decidieron modificar sus costos hasta llegar al mismo nivel que en la capital del estado.
En Cuautla, este lunes los precios amanecieron en 20 y 21 pesos.
En el norte del país, los empresarios tortilleros de Saltillo, Coahuila, señalaron que la empresa “Maseca” aumentó el precio del bulto de harina de maíz, que anteriormente lo vendía en 36 pesos y que a partir del 1 de julio su valor alcalzó 40 pesos, equivalente a un alza de 11 por ciento de su costo original.
En el sureste, expendedores de tortillas de Villahermosa, Tabasco, señalon que en el mes de junio ocupaban 14 bultos de harina para la producción diaria en su negocio y, ahora, tras el aumento han hecho en promedio 13 bultos.
Incluso, los comerciantes que dependen de este alimento de primera necesidad, como los taqueros, no descartan elevar sus precios.