Jochos y hamburguesas ya son más dañinos para el hígado que las cubitas sudadas

Aunque un poco de grasa en el hígado está bien, la comida rápida la ha aumentado a tal nivel que investigadores médicos en Estados Unidos ya la consideran más dañina que el consumo de alcohol.

El consumo ocasional de ese tipo de comida ultraprocesada esta catalogada como inofensiva. Sin embargo, ya se ha documentado que abusar en su ingesta promueve el desarrollo de hígado graso no alcoholico, una afección que puede derivar en cirrosis y cáncer hepático.

Este es un problema que se suma a otros igualmente graves en las personas con obesidad o diabetes, quienes al consumir 20 por ciento o más de sus calorías diarias con hamburguesas, pizzas, jochos, papas fritas, aros de cebolla, pollo frito o cualquier otro ejemplo de comida rápida, tienen niveles muy elevados de grasa en el hígado en comparación con quienes consumen menos o nada.

“Los hígados sanos contienen una pequeña cantidad de grasa que, por regla general, representa menos de 5%. 

Sabemos que incluso un aumento moderado de esos niveles podría conducir a la enfermedad del hígado graso no alcohólico", explica la hepatóloga Ani Kardashian, de la Universidad del Sur de California, una de las autoras de esta investigación, recién publicada en la revista 'Clinical Gastroenterology and Hepatology'.

"Estos hallazgos son particularmente alarmantes en un contexto como el actual, en el que el consumo de comida rápida ha aumentado considerablemente en los últimos 50 años", advirtió la especialista.

Cerca de 800 millones de personas viven con obesidad en el mundo. Sólo en México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021 mostró que alrededor de 50 millones de mexicanos las padecen. 

Por esto, México ocupa el quinto lugar en obesidad en el mundo.