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AUTORIDADES LOS ABANDONAN

En Hidalgo amenazan y expulsan a habitantes por sus creencias religiosas

Han sufrido ataques a machetazos, la quema y despojo de de sus viviendas y parcelas, así como violaciones a sus derechos fundamentales

08/05/2024 14:49

Hidalgo.– Aunque han sufrido ataques a machetazos, la quema y despojo de de sus viviendas y parcelas, así como violaciones a sus derechos fundamentales, un centenar de personas, incluidos niños y adultos mayores, se encuentran refugiados en un albergue del DIF del municipio de Huejutla de Reyes, en la zona de La Huasteca, donde sólo reciben una comida al día.

Los afectados, habitantes de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo, de mayoría católica, han sufrido acoso y amenazas de muerte desde 2016 debido a sus creencias religiosas, pues son miembros de la Iglesia Bautista Fundamental "La Gran Comisión".

Pero la intolerancia se acrecentó desde el 25 de marzo pasado cuando fueron detenidos y encarcelados, el pastor Rogelio Hernández Baltazar y otros dos miembros de dicha iglesia en la delegación de Coamila. 

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En esa ocasión, con la mediación de un delegado de la comunidad, se firmó un acuerdo y los detenidos fueron liberados después de 48 horas, sin embargo, a principios de abril los residentes de Coamila invadieron cinco terrenos de los afectados, destruyendo sus cosechas y talando sus árboles.

A este ataque le siguió la colocación de una cerca para impedirles el acceso a sus viviendas; también los atacaron con machete e intentaron derribar la puerta de la casa del pastor.

Los ataques ocurrieron a pesar de que los miembros de la iglesia cristiana continuaron cooperando en las obras de beneficio social de sus comunidades, pero no en las faenas para la iglesia católica.

Y es que a lo largo de los últimos ochos años han padecido violaciones a sus derechos incluido el uso del panteón, como a una pareja que perdió a su pequeño hijo y le negaron un féretro y un espacio para sepultarlo.

Tampoco les permiten la inscripción de sus hijos a las escuelas locales, el acceso al agua de los pozos, a los programas de gobierno, el libre tránsito, y el cultivo y posesión de terrenos.

Pese a que han informado de todas estas violaciones a las autoridades municipales y ministeriales, hasta hoy ninguna les ha ofrecido una respuesta y la persecución escaló el pasado 25 de abril, cuando les cortaron el suministro eléctrico y saquearon y cercaron sus templos para luego montar guardias en los accesos a la comunidad.

Ante el inminente riesgo contra sus integridad, al menos 172 personas personas tuvieron que abandonar sus casas y acudieron a la cabecera municipal de Huejutla de Reyes a pedir ayuda. Las autoridades los alojaron en el auditorio municipal y luego en la Unidad deportiva de Colalambre, donde solo reciben un alimento por día.

“Es una situación desesperante y muy triste que tengamos que dejar nuestras casas”, señaló uno de los afectados al borde del llanto.

A través de redes sociales, los pobladores expulsados piden la intervención del gobierno estatal y federal para poder regresar a sus casas y recuperar su patrimonio.

Incluso, han pensado en acudir a La Mañanera en Palacio Nacional pero carecen de recursos porque salieron prácticamente con lo que llevaban puesto y han sido los miembros de otras iglesias en el país, quienes los han estado apoyando con víveres y ropa.

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