EN EL ESTADO DE MÉXICO
Fracasa tradicional festival en Toluca, por el Covid y por falta de interés de mexiquenses
(Foto: Alma Ríos, El Gráfico)
Por Alma Ríos y Claudia González
ESTADO DE MÉXICO.- Los niños que llegaron a la Catedral de Toluca, vestidos de arrieros o campesinos escasearon durante la festividad de Corpus Christi que ayer se llevó a cabo, luego de que el año pasado la celebración fue suspendida por la pandemia.
Aunque se implementaron las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades, este año muchas mamás no llevaron a sus pequeños a misa, aún temerosas por el riesgo del contagio; otras, simplemente no los vistieron porque no les gusta.
“Realmente, en la familia no tenemos esa costumbre de vestirlos y, la verdad, no me llama la atención”, señaló Diana Gutiérrez, una feligrés.
Pero algunas mujeres, como Pilar Benavides, no dejaron morir la tradición que ha pasado de padres a hijos durante generaciones, la cual tiene sus orígenes en Tlaxcala y Ciudad de México.
“Lo hacemos para que no se pierda esta tradición familiar, para que las nuevas generaciones la vayan conociendo y es un orgullo”, dijo Pilar.
¡QUÉ MULAS!
El panorama para las creadoras de las famosas “mulitas” y artículos alusivos a esta fiesta, tampoco fue alentador; ante la poca afluencia de fieles, reportaron una caída en las ventas de hasta un 85 por ciento.
“Es el único día que nos permiten trabajar aquí. De hecho, nosotros sacamos una credencial para poder estar aquí”, dijo María Contreras, artesana de San Cristóbal Huichochitlán.
En el caso de los fotógrafos, algunos acusaron que, anteriormente, pagaban 400 pesos para instalarse en el atrio de la Catedral y tomar las fotos a niños y familias, pero este 2021 el cobro era de 2 mil pesos por escenario. A cambio, la Arquidiócesis permitió que cuatro de ellos se instalaran dentro de la iglesia para realizar su trabajo. Una situación que calificaron de “inédita”.
“Apenas si nos saldría algo de ganancia; llevamos un año de condiciones muy duras, para que las autoridades nos hagan esto”, lamentó José Luis.
“Cada año vendíamos unos 500 o 700 pesitos, ahorita sólo llevo cien pesos vendidos [...], pero es el único día que nos dejan venir", dijo María Contreras, artesana de San Cristóbal Huichochitlán.