Ferieros del Edomex intercambian alcancías por comida y se ofrecen para trabajar en casas

TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.– “Desde que nos cerraron las ferias, hemos tratado de intercambiar alcancías por alimentos, ofrecer el trabajo que hace mi esposo —que es albañilería, herrería, plomería— y a veces, por su trabajo le dan cobijas o ropa”, platica Isabel Díaz.

Hasta antes de la pandemia, ella y su familia se dedicaban a los juegos de destreza, como son el tiro de canicas y dardos, en las fiestas patronales de la Ciudad de México, las cuales fueron suspendidas temporalmente debido a la pandemia de Covid-19.

Por ello, los ocho integrantes de la familia se mudaron al camellón de un bajopuente en el cruce de la vialidad Las Torres y Paseo Colón, en la capital mexiquense, en espera de que las autoridades les permitan retomar sus actividades.

“Teníamos esperanzas de que en enero se quitara esto, pero veo que todavía falta (...) Yo prefiero que me den trabajo, a que me den apoyo, que me regresen la feria porque yo amo la feria y nací en la feria. Tengo una hermana que nació en un remolque, mi hijo nació en un taxi, porque era un día domingo y estábamos trabajando”, relata la mujer.

Isabel y su marido Carlos Gasca han tenido que soportar las frías noches de Toluca sólo protegidos con lonas para que sus hijos y su nieta, de 4, 12 y 14 años, puedan descansar en la camioneta familiar.

Tan sólo en la entidad mexiquense son más de 5 mil 500 personas las que dependen de las ferias para mantener a su familia, de acuerdo con la Confederación de Ferieros Unidos del Estado de México, por lo que han tenido que buscar la forma de tener ingresos mientras pasa la crisis sanitaria.

“Hay gente muy buena en Toluca que nos ha dado trabajo, ya casi no intercambiamos alcancías, ahorita más bien hacemos trabajos en casa”, cuenta Isabel.