Clientes de tianguis prefieren 10 piezas de fruta o verdura que comprar kilos, ante crisis

Sobre lonas extendidas en el suelo, comerciantes de algunos tianguis ubicados al oriente del Estado de México ofrecen verduras y frutas “por balanzón” con un máximo de 10 piezas, que ayudan a la mayoría de amas de casa a quienes el gasto ya no les alcanza para pagar los kilos.

En un recorrido por un tianguis del municipio de Valle de Chalco se constató que la venta por piezas, común en localidades rurales de algunos estados, ya se ha retomado en la zona conurbada, convirtiéndose en una muestra del escaso presupuesto de las familias que hacen todo lo posible por “estirar” el dinero.

Esta nueva manera de vender en los mercados ambulantes ha ganado un amplio espacio entre grandes puestos con venta normal de a kilos, quienes han visto amenazadas sus ventas debido a la baja clientela que dejó la pandemia y a la subida de precios.

“Antes de que el Covid llegara, estas fechas eran muy esperadas para nosotros, pues como es diciembre y con el aguinaldo las señoras venían y llevaban por kilos las cosas para preparar los romeritos, la ensalada de manzana, hacer ponche, de todo. En serio, de unas 200 clientas que venían, ahora llegan unas 60”, mencionó Rafael Martínez, encargado de una verdulería en la Central de Abastos de Ixtapaluca.

Muchos clientes han tomado otras medidas para hacer rendir su dinero: van más lejos a comprar. Ese es el caso de Irma Saldaña, encargada de una cocina económica, quien al comparar el precio de ingredientes para preparar el menú ya no recurre al mercado de su colonia ni al tianguis, sino que camina poco más de dos kilómetros hasta llegar a la Central de Abastos local, para hallar mejores precios.

“Prefiero ir más lejos y ahorrarme unos pesos. Además, siento que en la Central roban menos que en los tianguis, pues lo he comprobado pesando la mercancía en una báscula que tengo en mi negocio y en los tianguis te dan gato por liebre, un kilo ahí pesa unos 750 gramos”, agregó.

Otro alimento que la subida de precios ha mermado es el consumo de fruta. “Ni fruta llevo ya no se puede, si acaso mandarina o fruta de temporada que está más barata, aunque ya no busco tanto la calidad, sino tener algo para llevar a la casa”, dice Elvira García, quien cada ocho días compara precios para surtirse.

América García, encargada de una recaudería, ha decidido recortar sus compras de fruta y comentó que ahora ésta ya se ve como un lujo extra, pues sus clientas ya no la llevan como antes.

Todo se encareció con la pandemia y aún no hay recuperación... a ver si el año que viene se engordan los bolsillos y no los precios”, puntualizó una ama de casa.