NO SE LES VA UNA
Comerciantes aprovechan el Desfile Militar para ganarse una lanita extra, en CDMX
Comerciantes aprovechan el Desfile Militar para ganarse una lanita extra, en CDMX (Foto: Eloy Linares)
Un rato de esparcimiento y la oportunidad de obtener ingresos extra atrajo a una multitud que presenció el desfile por el Grito de la Independencia en la Ciudad de México.
La mañana del sábado, la señora Marina Espinoza estaba arriba de un banco, en compañía de su hermana y esposo, para ver con emoción el arsenal del Ejército Mexicano que desfilaba por la avenida Reforma.
“Venimos desde Ciudad Juárez Chihuahua. Me parece muy bonito el desfile, muy patriota, pero creo que falta seguridad, porque ayer cuando asistimos al Grito de Independencia quedamos atrapados entre la multitud que estaba en las calles de Madero y Cinco de Mayo”, expresó la señora.
Para Rubén Perea, quien durante 12 años trabajó en el Estado Mayor Presidencial, es emotivo ver el apoyo que la ciudadanía brinda a los militares.
“Me parece gratificante ver la sonrisa de los asistentes porque los militares luchamos por la nación sin recibir nada a cambio”, explicó Rubén Perea.
También lamentó que el presidente evite combatir al crimen organizado porque las fuerzas armadas pierdan respeto.
“Los datos muestran que la frase de abrazos no balazos es insuficiente para disminuir la cifra de homicidios”, enfatizó el exmilitar.
Desde hace cuatro años, Héctor Toriz, viaja desde el municipio de Ecatepec del Estado de México, para que su hijo vea los aviones que vuelan durante el desfile.
“Aunque el regreso es pesado, vale la pena asistir al desfile. Me agrada ver a los aviones, creo que es lo mejor”, explicó Héctor mientras cargaba en sus hombros a su hijo para que alcanzara a ver el contingente militar.
Debido a la presencia de personas que le impidieron cruzar hacia la calle de Bucareli, Francisco Lucero y su esposa, decidieron comenzar a vender las nieves que ofrecen cerca de la estación del Metro Balderas.
“Llegamos hace 40 minutos, pero ya no pudimos pasar. Por lo general, hasta que termina el desfile, la gente se acerca a comprar”, dijo la esposa de Francisco.
Brenda Méndez, junto con su primo Ricardo Ávila, manifestaron que les parece aburrido el desfile, pero piensan que es una oportunidad para ganar de 300 a 600 pesos en unas horas por la venta de merengues.
