BINOCULARES: Secretaría de Desarrollo Social de la CDMX roba datos de ciudadanos

GOLPE A ENCINAS. Desde hace años, si alguien ha dejado la dignidad en el camino para satifacer a su jefe Andrés Manuel López Obrador, ese es Alejandro Encinas, hoy subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, cuya credibilidad roza el suelo con su informe sobre la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa. 

Ayer, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes descalificó parte de las pruebas ofrecidas por la Comisión de la Verdad, encabezada por Encinas, pues varias son capturas de pantalla de WhatsApp, cuyas características no coinciden con el ambiente que la aplicación tenía en esos años. No dicen que sean fabricadas, pero sí nada creíbles.

CNDH, PALERA. El beneplácito mostrado por la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, al proyecto de reforma político-electoral del presidente López Obrador entierra la naturaleza del organismo, que ha dejado de ser ‘una piedra en el zapato’ de las autoridades para convertirse en comparsa del Ejecutivo. 

La postura de Ibarra incluso despertó la crítica del coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, quien pidió que se centre en la defensa de las garantías individuales, deje la responsabilidad de legislar a los diputados.

ROBO A LA PUERTA. Un verdadero robo de sus datos personales es lo que viven decenas de habitantes de la Ciudad de México por parte de empleados de la Secretaría de Desarrollo Social de la CDMX, quienes con el argumento de realizar un censo de los programas sociales que se reciben en los domicilios, piden nombres, apellidos, teléfonos y hasta fecha de nacimiento de los ciudadanos para “su base de datos”. 

Si se les niega la información, insisten e insisten, sin garantizar cómo se resguarda la información recabada. Sería bueno que el gobierno explique para qué usará esos datos y por qué es tanta la insistencia.